Yuzuru Hanyū, apodado “El príncipe del hielo” y aclamado como una leyenda del patinaje artístico, anunció su retiro de esta disciplina el 19 de julio. La noticia ha sorprendido a la comunidad deportiva y a sus admiradores, quienes han expresado su profundo aprecio y admiración a lo largo de su carrera.
En una conferencia de prensa celebrada en Tokio, Japón, Hanyū agradeció el apoyo recibido durante todos estos años y confirmó que su decisión de retirarse fue motivada por la lesión de tobillo que sufrió en los Juegos Olímpicos de Beijing el pasado febrero, evento en el que finalizó en la cuarta posición.
“Me lesioné y el dolor me impedía entrenar. Reflexioné y me di cuenta de que no podía seguir así, ya que quería sentirme mejor patinando. Para mí, patinar es vivir; es algo que llevo muy dentro de mí”.
“Ya no podré compararme con otros competidores, pero seguiré luchando contra mis debilidades y mi antiguo yo. En términos de logros, he conseguido todo lo que podía”.
“Tomé la decisión de dejar de competir después de Beijing… Reflexioné sobre muchas cosas y sentí que ya no necesitaba estar en el mismo escenario. A la vez, estaba más decidido a mejorar y a ser más fuerte”.
– Yuzuru Hanyū, expatinador artístico
A los 27 años, Hanyū comenzó su andadura en el patinaje a la edad de cuatro. A lo largo de su carrera, logró medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Invierno de PyeongChang (Corea del Sur, 2018) y Sochi (Rusia, 2014). Además, fue campeón del Grand Prix de patinaje en cuatro ocasiones (2013, 2014, 2015 y 2016), campeón del Cuatro Continentes de Patinaje Artístico (2020), campeón en la final del Gran Premio Junior en Patinaje Artístico (2009) y seis veces campeón nacional japonés de patinaje (2012-2015, 2020-2021).
En 2018, fue galardonado con el Premio del Honor del Pueblo del Gobierno de Japón, convirtiéndose en el primer deportista de esta disciplina en recibir este reconocimiento. Adicionalmente, en 2013, 2014, 2016 y 2018, fue distinguido con el Premio al Deportista Más Valioso, otorgado por la Federación de Patinaje de Japón.
Asimismo, fue el primer patinador en realizar un loop cuádruple en una competición y también el primero en intentar el salto cuádruple Axel, siendo certificado en los Juegos Olímpicos. Estos son solo algunos de los numerosos logros que ha alcanzado.
Su retiro dejará una notable ausencia en el mundo del patinaje artístico y las pistas de hielo no volverán a estar adornadas con los muñecos de Winnie The Pooh que sus fans solían lanzar tras cada actuación.
Hanyū deja un legado imborrable como un joven que dio lo mejor de sí en el hielo, tanto física como emocionalmente, pues cada una de sus presentaciones contenía un pedazo de su corazón.