Siempre se ha sabido que una persona que sonríe es alguien feliz y capaz de maximizar su rendimiento, pero no todo lo que dice es cierto. Actualmente hay estudios que sugieren lo contrario.
La depresión sonriente es muy difícil de notar porque la persona que la padece muestra signos de felicidad y su personalidad es generalmente extrovertida, bromista y enérgica; Es alguien que está atento a los demás y muestra afecto y solidaridad.
Un artículo publicado en The Conversation postula que el trastorno de depresión sonriente refleja rasgos de alegría, pero el individuo siente un vacío emocional en su interior y trata de equilibrar los sentimientos frente a todos, a pesar de que solo sufre depresión.
Las estadísticas muestran que la condición es cada vez más conocida, aunque existe controversia sobre si es real o no. Los expertos hablan de una depresión atípica porque, a diferencia de lo que se conocía anteriormente, no refleja agotamiento ni sedentarismo. Las personas que solían entusiasmarse con una actividad ahora rechazan la idea, pierden interés o están de mal humor; además, su riesgo de suicidio es mayor.
Para reconocer este trastorno, se debe evaluar más allá de su estilo de vida, ya que reciben buenas noticias de sus amigos, tienen un aumento en el trabajo y una relación estable con su familia, e incluso pueden tener conversaciones agradables con extraños que le plantean al momento convertirse en emociones. a un nivel positivo; Sin embargo, después de que pasa la emoción, vuelve la depresión.
Acerca de una de cada 10 personas sufren depresión y entre un 15 y un 40 por ciento recaen en una depresión atípica. Esto comienza a una edad temprana y, por lo tanto, puede durar mucho tiempo si el suicidio no es la primera opción. Se recomienda la meditación y la actividad física para dejar de lado los pensamientos de acabar con la vida.
Algunos síntomas que indican que puedes estar sufriendo una depresión atípica:
- comer en exceso
- Sensación de pesadez en brazos y piernas.
- dormir demasiadas horas
- Sentirse herido por las críticas.
- vulnerabilidad
El desánimo de una persona deprimida se manifiesta de diversas formas: dificultad para afrontar una situación, tendencia al fracaso, contemplar acciones negativas o resultados fallidos… y nadie está exento.