Durante la pandemia de Covid-19, uno de los grupos más perjudicados ha sido el de los estudiantes, especialmente aquellos que carecen de los recursos necesarios para estudiar de manera remota. Para muchos alumnos de escasos recursos, contar con una computadora e internet es un lujo.
Por esta razón, hemos presenciado situaciones impresionantes de profesores que han llevado su dedicación al extremo y han realizado hasta lo imposible para garantizar que sus alumnos continúen recibiendo educación; ¡merecen todo nuestro respeto! La buena noticia es que cada vez son más los docentes como ellos que se hacen visibles, y nos damos cuenta de que aún existen personas maravillosas en este mundo.
Carolina es un gran ejemplo
En Ecuador, una profesora ha decidido solidarizarse con sus estudiantes que no tienen acceso a internet, visitándolos en sus hogares para impartir la clase del día. Carolina Espinoza utiliza su bicicleta para desplazarse de casa en casa cada mañana.
La pizarra es su apoyo
Utiliza una pequeña pizarra para explicar y se esfuerza para que ninguno de sus alumnos se quede sin clase, aunque eso signifique pedalear varios kilómetros a diario.
Ella sigue todas las medidas necesarias de seguridad, como el uso de cubrebocas y gafas de protección, y les proporciona a los niños algunas copias con los temas del día, los mismos que se enseñan en las clases virtuales a los alumnos que sí disponen de computadoras.
Quiere que todos sus alumnos reciban educación
Carolina tiene 83 alumnos, de los cuales visita a 41 que provienen de familias de escasos recursos. Su entrega es tan grande que no le importa no haber recibido salario en el último mes; para ella, el mejor reconocimiento es ver la gratitud y la felicidad en los rostros de los niños.