¿Cuál es tu mayor anhelo en la vida? Todas nosotras deseamos algo con intensidad: tener nuestro propio negocio, ser las mejores chefs de la ciudad, formar una hermosa familia y cuidarla… No importa qué es lo que nos emociona, sino qué acciones estamos tomando para hacerlo realidad.
Breanna y Aaron Lockwood tenían un claro objetivo: tras varios años de relación, decidieron comprometerse y posteriormente casarse, con la intención de ampliar su familia. Sin embargo, a pesar de que este era su sueño más grande—tener un bebé—el camino no fue tan sencillo.
El inicio de su historia de amor
La pareja contrajo matrimonio en junio de 2016 y desde entonces comenzaron a buscar su primer hijo, deseando que el nuevo integrante de la familia naciera antes del fallecimiento del abuelo de Breanna, quien luchaba contra el cáncer. Sin embargo, lo que pensaban que sería un proceso sencillo resultó ser mucho más complicado de lo que esperaban.
Un camino complicado, pero sin rendirse
Al aceptar la difícil situación, los Lockwood decidieron acudir a un Centro de Fertilidad en Illinois, bajo la atención del doctor Brian Kaplan. Pasaron por varios tratamientos, pero todo resultó infructuoso; Breanna sufrió dos abortos espontáneos y un embarazo ectópico, donde el óvulo fertilizado se implantó fuera de la matriz.
Además, desarrolló el síndrome de Asherman, que causa cicatrización en el tejido del útero. Así, el médico sugirió explorar nuevas opciones: utilizar una madre sustituta.
Una decisión difícil de tomar
A pesar de su profundo deseo de tener un bebé, la pareja no estaba completamente convencida de que otra mujer llevara a su hijo. Era algo que debió considerarse privado, pero aparentemente era su única opción, además de que los costos eran bastante altos y dudaban de poder pagarlos.
Al principio, su hija se mostró reacia, pero con el tiempo aceptó. ¿Quién mejor que su propia madre para asumir ese rol? Así fue como el doctor Brian sometió a Julie a una serie de pruebas, tanto físicas como psicológicas, para determinar su idoneidad para el procedimiento.
Finalmente, esperan con gran ilusión a su hija
Después de fertilizar uno de los óvulos de Breanna con el esperma de Aaron, se implanto en el útero de Julie, quien hoy se encuentra en su quinto mes de embarazo y esperan con ansias la llegada de su hija en noviembre.
Esta situación no es común ya que, aunque entre 2,500 y 5,000 bebés pueden nacer mediante un vientre alquilado, menos del 1% son gestados por la madre de alguno de los padres.
Actualmente, Breanna ha fortalecido la conexión con su madre y le agradece inmensamente todo lo que ha hecho y continúa haciendo por ella.