Nuestros padres son capaces de cualquier cosa por nosotras: dejar de lado sus horas de sueño, sacrificar sus cosas favoritas por estar a nuestro lado y ayudarnos a cumplir todos nuestros sueños. Para ellos, vernos graduados y felices es un gran premio, una recompensa que no tiene precio.
Aunque muchas veces su esfuerzo no es valorado como debería, la verdad es que no sabemos cómo agradecerles todo lo que nos han brindado. Por eso, Sebastián decidió compartir un conmovedor gesto que tuvo con su madre en agradecimiento por todo lo que ella ha hecho por él.
Un gesto que mamá no esperaba
Sebastián González es un joven de Colombia, y durante toda su vida universitaria tuvo presente uno de los mayores sueños de su mamá: tener una casa propia. En lugar de comprar la vivienda de sus sueños, ella prefirió ofrecerle a su hijo todo lo necesario para su educación, para que así él pudiera forjar un futuro mejor.
Por ello, Sebastián se propuso una meta: comprarle esa casa a su madre una vez que terminara sus estudios y consiguiera un trabajo. Así lo hizo. Después de concluir su licenciatura en Derecho y trabajar incansablemente durante 4 años, finalmente pudo adquirir el regalo para su mamá, una noticia que compartió en su cuenta de Twitter.
“Quiero contarles que mi mamá siempre soñó con tener vivienda propia, así que al salir de la universidad le prometí que trabajaría duro para comprarla. Después de 4 años de esfuerzo y sobre todo gracias al amor de Dios…”
-Sebastián González
Sin duda, el mejor obsequio
Para la madre de Sebastián, recibir las llaves y los documentos de su nuevo hogar fue un sueño hecho realidad, ya que jamás imaginó que llegaría el día en que tendría una casa propia. Su rostro de felicidad lo dice todo.
Para su hijo, era claro que era el momento perfecto para recompensar a mamá por todos los sacrificios que ha hecho por él y todo lo que le ha brindado.
Los buenos deseos no se hicieron esperar
Las reacciones no tardaron en llegar y miles de usuarios lo felicitaron por tan noble gesto.
Incluso, algunos le aseguraban que recibiría bendiciones aún mayores en su vida como recompensa.
Otros, por su parte, le preguntaban cuál era el secreto para alcanzar esas metas. Sin duda, es un acto digno de aplaudir y celebrar, pues nuestros padres merecen eso y más.
