A pesar de que el presidente ruso Vladímir Putin anunció que sus fuerzas habían tomado el estratégico puerto ucraniano de Mariúpol el 21 de abril, se ha confirmado que los últimos combatientes ucranianos continuaron resistiendo hasta este martes, tras el anuncio del ejército ruso sobre la captura de Mariúpol, uno de sus principales objetivos en esta guerra.
Esto ocurre en el día 83 del conflicto bélico, después de la rendición de más de 250 combatientes que defendían la planta siderúrgica de Azovstal, el último bastión que controlaba el ejército ucraniano en la ciudad portuaria de Mariúpol. Esto marca el final del asedio más largo en la guerra de Ucrania y representa una victoria para Rusia.
El martes por la noche, 264 soldados ucranianos, incluidos miembros de la Guardia Nacional y guardias fronterizos, fueron transportados en autobuses desde Azov Steelworks, el último bastión de defensa en Mariúpol, hacia Rusia. Según las autoridades de Kiev, estos soldados serán intercambiados con Moscú por prisioneros rusos.
Aunque las victorias atribuidas por Rusia en el conflicto a menudo eran desestimadas, esta rendición marca el fin de la resistencia armada en la ciudad, que quedará completamente bajo control ruso. El desenlace de la batalla por Mariúpol representa la mayor victoria de Rusia desde que comenzó su supuesta “operación militar especial” en Ucrania el 24 de febrero.
Mariúpol está situada en el sureste de Ucrania, a orillas del mar de Azov, a más de 40 kilómetros de la frontera con Rusia. Es un punto crucial para el intercambio de mercancías y la exportación de cereales y otros productos agrícolas. Aunque no tiene la historia de Odesa, es una parte significativa de la economía ucraniana.
La captura de Mariúpol otorga a Moscú el control de la costa del mar de Azov y una conexión ininterrumpida en el este y sur de Ucrania. Sin embargo, el puerto está en ruinas, y Ucrania estima que decenas de miles de personas fallecieron durante los meses de bombardeo ruso.
Con esta captura, Rusia podrá establecer una conexión desde Donetsk hasta la península de Crimea, territorios que ocupó ilegalmente en 2014, y facilitará el transporte por el sur y este de Ucrania. Además, esto podría liberar a las fuerzas rusas para luchar en otras áreas del Donbás, la región industrial del este que Rusia está determinada en capturar.