Ser madre es uno de los trabajos más agotadores del mundo. Más allá de los momentos de alegría que trae la maternidad, no hay escapatoria, no hay vacaciones y, en ocasiones, ni siquiera consigues descansar un poco para despejar tu mente. A pesar de esto, el esfuerzo a menudo pasa desapercibido.
Zack Williams compartió en su Facebook una sencilla imagen de un cristal empañado que encapsula todo el amor y dedicación de una madre. Su esposa Heather llevó a la pequeña Lottie (de dos meses) al baño, colocó su mecedora junto a la regadera y la acostó para atenderla mientras se duchaba. ¡Esto demuestra que el trabajo de una madre nunca cesa!
“Agradecimiento a mi esposa”
Ayer regresé a casa después de trabajar 12 horas. Fui al baño para asearme un poco y prepararme para la cena. Noté que la mecedora de nuestra bebé estaba en el baño. Le pregunté a mi esposa si ella la había puesto allí y por qué; me respondió que recostó a Lottie mientras ella tomaba una ducha.
Esta mañana, al volver del gimnasio, abrí la regadera para refrescarme antes de ir a trabajar. Entré a la ducha, giré para quedarme de frente a la puerta y vi el lugar exacto donde mi esposa limpió el vaho del cristal para ver a nuestra hija en la mecedora.
Me quedé inmóvil, admirándolo y sonriendo. Lo vi, lo imaginé, era como si estuviera en el baño con ellas. Observé a Heather mirando a través del vidrio y haciéndole caras graciosas a Lottie mientras ella reía y jugaba. ¡Me derretí!
Fue sorprendente que un detalle aparentemente insignificante me hiciera valorar tanto a mi esposa. Son los pequeños sacrificios que hace por la familia y que a menudo pasarían desapercibidos. Desde cuidar a nuestra hija 24 horas al día, siete días a la semana, atenderme a mí, preparar la comida, limpiar, cuidar a nuestras mascotas y cuidar de sí misma, aunque no haya mucho tiempo para eso último.
No puedo expresar con palabras lo que este cristal empañado significó para mí. El hecho de que mi esposa ni siquiera pueda ducharse sin cuidar a alguien, sin ocuparse de las necesidades de otro, que no pueda tener un momento para relajarse…
Es decir, mi esposa no tiene un horario fijo, no recibe un salario por su arduo trabajo, no sale a comer con compañeros de trabajo, ni se toma un momento para caminar y recuperar el aliento.
Para muchos, esto puede ser un simple cristal empañado, pero para mí significa mucho más. Son los pequeños detalles como este los que no deben ser ignorados. Son las pequeñas cosas como esta las que me recuerdan constantemente cuán fuerte es. Son las pequeñas cosas como esta las que me hacen enamorarme de ella una y otra vez. Gracias por ser la mujer maravillosa que eres. Créeme que no pasa desapercibido.