Sin duda, la película Cruella se está posicionando como una de las favoritas del público, no solo gracias a la magnífica actuación de Emma Stone, sino también por los deslumbrantes vestuarios que la actriz lució a lo largo de la cinta.
Jenny Beavan fue la responsable de diseñar todo el vestuario de la película, pero no lo hizo sola. Contó con la colaboración de un taller de costura mexicano. Definitivamente, vale la pena conocer a los creadores de esos impresionantes atuendos.
Jenny Beavan realizó un trabajo excepcional
Los diseños de Beavan son, por supuesto, únicos, ya que su carrera incluye dos premios Óscar a mejor vestuario. Su inspiración no vino sola; al haber vivido en la década de los 70, logró transmitir la esencia de la moda de aquella época. Sin embargo, le dio un giro futurista, revolucionario y peculiar para que esta versión de Cruella se volviera icónica.
La sensación es que Estella habría explorado tiendas de ropa vintage en la calle Brick Lane de Londres cuando era un mercado de segunda mano. Diseñadores como John Galliano, Vivienne Westwood, Dior y Balenciaga formaron parte de su inspiración.
Cerca de 50 piezas diferentes para Emma y 33 para la baronesa
Para elegir los aproximadamente 47 atuendos de Emma, Jenny y ella colaboraron estrechamente, pasando horas en la cocina de la actriz probando diferentes piezas y looks para crear el personaje perfecto. Posteriormente, seleccionaron el vestuario de la baronesa, quien utilizó cerca de 33 outfits diferentes.
Emma Thompson luce una figura increíble y disfruta de ser la baronesa, lo cual fue clave para infundir al personaje de una gran personalidad. En cierto modo, nos inspiramos en divas como Joan Crawford y Elizabeth Taylor.
Disney no escatimó en gastos para el vestuario
La compañía decidió que, al tratarse de una de las villanas más estilizadas, invertirían lo suficiente en el desarrollo creativo del vestuario, queriendo que fuera impactante, único y memorable. Además, tenían otra idea en mente: hacer algo innovador con un cambio social, es decir, que las prendas fueran elaboradas por artesanos, para que el mundo conociera su excepcional trabajo. Así, buscaron diferentes organizaciones sociales en países como Argentina, Brasil y México para unirse al proyecto, promoviendo la inclusión de personas en situación de vulnerabilidad a través de oficios en la industria textil. Finalmente, colaboraron con la empresa mexicana Impacto.
Un grupo de mujeres artesanas confeccionó los atuendos
Según su página oficial, la empresa Impacto opera bajo un esquema de desarrollo sostenible e innovador que contribuye a la armonía de sus pueblos originarios (Lekil Kuxlejal), lo cual cautivó y convenció a Disney para concretar el trato.
Desde 2012, Impacto ha trabajado para fortalecer los sectores del textil artesanal y la producción de café en Chiapas. Luego, expandió sus programas sociales para beneficiar la economía de las mujeres indígenas, fomentando su educación y salud. También cuentan con un programa especial para potenciar el talento de jóvenes vulnerables a través de enfoques pedagógicos, con el objetivo de que su impacto trascienda fronteras geográficas, sociales y económicas.
Finalmente, con Cruella, lograron que el trabajo de las artesanas alcanzara más visibilidad, ya que un grupo fue responsable de confeccionar algunas de las blusas, ponchos, accesorios y faldas que se utilizaron en la película.
El trabajo de vestuario fue complejo, pero sin duda uno de los mejores, por lo que es probable que Jenny obtenga una tercera estatuilla y que las mujeres consigan más oportunidades en la industria del cine.
