En los años recientes, muchos padres han comenzado a utilizar teléfonos móviles para entretener a sus hijos. Sin embargo, esta práctica se ha vuelto bastante peligrosa, tanto por el contenido al que los niños tienen acceso como por las deudas que pueden generar a sus padres.
Hace unos meses, un niño tomó el celular de su padre para jugar un videojuego. Al alcanzar cierto nivel, tuvo que “comprar uno de los personajes” y continuó haciéndolo sin imaginar que esto generaría una gran deuda a su padre. El hombre tuvo que vender su auto para saldarla.
El niño solo quería jugar
Ashaz es un pequeño de siete años que vive con su familia en Colwyn Bay, Gales del Norte. Un día, le pidió a su padre, el endocrinólogo Muhammad Ashaz, su teléfono para jugar a Dragons: Rise of Berk, un videojuego entretenido con una edad recomendada para mayores de cuatro años.
Todo iba bien, hasta que comenzó a realizar compras ilimitadas de hasta 150 dólares, ya que el videojuego se lo permitía.
En apenas una hora, el niño hizo más de 30 compras con el iPhone de su papá. A pesar de que la aplicación envió correos electrónicos alertando sobre las compras, el padre no revisaba esa cuenta, así que no se dio cuenta de la situación. Él creía que el videojuego era gratuito, pero descubrió demasiado tarde que su hijo había gastado 1785 dólares desbloqueando niveles y personajes.
El padre se sorprendió por la cantidad que gastó su hijo y tuvo que vender su auto
Al ver la enorme cantidad gastada, se comunicó con Apple para quejarse por permitir estos gastos sin ninguna protección. Sin embargo, el dinero ya se había gastado y había que pagarlo. ¿El problema? ¡Muhammad no contaba con esa suma de dinero! Por eso tuvo que vender su auto familiar, un Toyota Aygo, para cubrir la deuda.
Al principio, pensó que había sido estafado. Nunca hubiera imaginado que sería posible gastar tanto en juegos para niños. El juego está diseñado para cuatro años o más y no tiene un límite rígido; un niño puede hacer clic para comprar más de 10 mil veces y gastar un millón de dólares en poco tiempo. Literalmente, casi había superado el límite de su tarjeta de crédito, y en estos días, se vive a través de ella. Soy cliente de Apple desde 2005. Le dije al encargado de atención al cliente por teléfono: ‘Bien hecho, mi hijo ha sido estafado’.
La familia sí recibió un reembolso
Finalmente, Apple solo les reembolsó 290 dólares de la cuenta, pero ya habían vendido su automóvil para cubrir la deuda. Ahora organizaciones, como la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos, están creando nuevos acuerdos para evitar que estas situaciones se repitan. Aun así, es fundamental que los padres configuren las aplicaciones bancarias para impedir que los niños tengan acceso a ellas. Además, es primordial supervisarlos mientras juegan.