Muchas chicas japonesas pueden presumir de tener una piel impecable, libre de manchas y granos, con una notable luminosidad. Aunque esto se debe en gran parte a su herencia genética, también es resultado del Saho, una rutina de belleza tradicional que se ha transmitido de generación en generación, brindando un espectacular acabado de porcelana en el rostro.
Si deseas conocer más sobre esta rutina, cómo realizarla y experimentar sus resultados, prepara papel y lápiz para seguir las instrucciones al pie de la letra. ¡No te arrepentirás!
¿Qué es el saho?
Es un ritual de belleza japonés que se inspira en la ceremonia del té, el cual sigue un conjunto de reglas meticulosamente elaboradas para preparar un té perfecto. Afortunadamente, en el Saho solo necesitas seguir tres pasos: doble limpieza, doble hidratación y doble aplicación.
¡Que comience el ritual!
1. Doble limpieza: Para este paso, se utilizan dos tipos de limpiadores. El primero, a base de leche o aceite, que debes aplicar con un algodón realizando movimientos circulares en el rostro. El segundo limpiador debe ser una espuma o jabón con el que lavarás tu cara de manera habitual.
2. Doble hidratación: Luego de la doble limpieza, coloca con cuidado una toalla húmeda y caliente sobre tu rostro durante dos minutos para dilatar los poros. Después, aplica tu serum favorito y, una vez absorbido, aplica tu crema hidratante preferida.
3. Doble aplicación: Este paso consiste en aplicar las cremas y serums de manera efectiva. Primero, calienta el producto entre tus manos y aplícalo mediante masajes circulares. El segundo paso consiste en calentar las manos frotándolas y luego presionarlas suavemente sobre el rostro, lo que ayudará a que los productos se absorban mejor.
Cuídate desde dentro hacia afuera
Recuerda que para lograr ese efecto de porcelana no solo es necesario seguir la rutina Saho, sino también mantener una alimentación rica en colágeno y vitamina E. Además, es fundamental beber dos litros de agua natural al día y aplicar bloqueador solar. Esto puede parecer complicado, pero una vez que te acostumbras, se convierte en parte de tu rutina diaria y los beneficios son increíbles.
