El trabajo de un actor radica, en esencia, en transformarse en otra persona. Frente a la cámara, se desprenden de todo lo que los define como individuos para dar vida a personajes ficticios de manera convincente. La capacidad de un actor para lograr esto tiene un impacto significativo en la calidad de su actuación.
Esto, por supuesto, implica que los actores suelen ser muy diestros en el arte de mentir. Al menos, eso es lo que afirmó Robert Pattinson en una reciente entrevista con la revista GQ.
Para él, mentir no es complicado
El actor confiesa que a lo largo de su vida, impersonar a otros siempre le ha resultado fácil. En su profesión, esto es fenomenal; sin embargo, en su vida personal, ha enfrentado más de un inconveniente, ya que sus pequeñas mentiras han surgido en diversas situaciones, desde mentiras piadosas en la escuela hasta fingir tener nacionalidades distintas en audiciones.
Por ejemplo, durante su bachillerato, Robert sucumbió a la presión de grupo, como muchos en esa etapa, deseando impresionar a los amigos de su novia mayor. Así, tanto él como sus amigos decidieron que dirían que él traficaba drogas.
Ni siquiera había estado en contacto con una droga en mi vida. Pero se me ocurrió comprar disquetes, abrirlos, poner algún polvo dentro, sellarlos con limpiador para que olieran a químicos y mostrarlos. Así, se los enseñaba a chicos de 15 y 16 años, diciendo que vendía drogas. Y todo el mundo se lo creía. Empecé a adquirir una reputación de loco y traficante.
Asumió muchos distintos papeles
Otro papel que Robert asumió fuera de la gran pantalla en su juventud fue el de un entusiasta del skate. ¡Adquirió una patineta y todo!
Realmente no sabía cómo patinar, pero me esforzaba y practicaba en solitario; sin embargo, cuando llegaba el momento de subirme, el miedo a lastimarme me paralizaba, así que solo cargaba la patineta de un lugar a otro. La golpeaba contra las paredes a propósito para que luciera desgastada, como si realmente hubiese patinado. Pero eso nunca sucedió.
¡Incluso en las audiciones!
Algunas de sus pequeñas mentiras han surgido más por necesidad. Cuando comenzó a audicionar para conseguir trabajo como actor, era honesto y decía que era inglés, lo que automáticamente lo descalificaba para ciertas producciones, ya que los directores expresaban su preocupación por el acento. La solución del actor fue simple: hacerse pasar por estadounidense.
Incluso admitió que a veces miente en entrevistas cuando no sabe qué responder, así que quizás todo esto también sea un engaño. Por ejemplo, en una de las entrevistas mientras interpretaba a Edward en Crepúsculo, mencionó que rara vez se lavaba el pelo. Según le comentó a GQ, esto fue completamente falso.
No es una revelación nueva
El actor ya había reconocido que a veces miente en entrevistas. Durante la promoción de la película Agua para elefantes, afirmó que nunca le agradaron los circos porque presenció un accidente en su primera visita a uno. Según su relato, un carro de payaso explotó con él dentro, y todos tuvieron que marcharse. Meses después, adivina qué, confesó que eso no era cierto.
Por supuesto, el hecho de que reconozca que sus entrevistas están llenas de mentiras nos lleva a cuestionar cuánta verdad hay en lo que dijo durante su charla con GQ, pero al menos es una habilidad que le ayuda a ser un actor excepcional.
