Italia es uno de los países más impactados por el coronavirus. Desde los primeros casos en febrero de 2020 hasta noviembre del mismo año, esta nación alcanzó casi un millón y medio de contagios, lo que ha llevado a un notable declive en su economía y a la pérdida de empleos para muchos ciudadanos.
No obstante, a pesar de las tristes noticias, siempre hay individuos dispuestos a ayudar a los demás y aportar alegría con pequeñas acciones que se convierten en grandes gestos. Un ejemplo de esto es Gianni Bernardinello, un hombre de gran generosidad.
Conoce al hombre más bondadoso del mundo
Gianni, oriundo de Beccaria, un pequeño pueblo cercano a Milán, Italia, dedicó su vida laboral hasta los 76 años a la panadería que ha sido propiedad de su familia desde 1989. Aunque al principio no tenía conocimiento sobre la elaboración de pan, su habilidad para aprender y su carisma al interactuar con los clientes le permitió ganar popularidad en su comunidad.
Un héroe en medio del caos
La panadería Berni, como la renombró Gianni, nunca cerró sus puertas durante la pandemia, ni siquiera en los días más críticos. Cada día, el señor Bernardinello acudía a su negocio para hornear todo tipo de pan, no solo con fines comerciales, sino también para ayudar a los que más lo necesitaban. Colocaba canastas de pan afuera de su establecimiento con un letrero que decía: “Para dar una mano a los necesitados, sírvase usted mismo y también piense en otros”.
«Solía dejar sus sobras por la noche, pero también lo vi colocando pan fresco y recién hecho a plena luz del día. Realmente le preocupaba la situación de todos,» declaró Alessandra De Luca, amiga de Gianni.
Valiente y decidido a ayudar a otros
A pesar de los consejos de sus hijas, Samuela y Patrizia, que le pedían que se quedara en casa y respetara la cuarentena, Gianni se negó. Era consciente de que si él dejaba de acudir, muchas personas no tendrían acceso a comida durante el día, por lo que, día tras día, continuó horneando y alimentando a quienes más lo necesitaban en el barrio, hasta que, lamentablemente, se contagió de Covid-19.
Se merece el cielo entero
Gianni enfermó durante los últimos días de octubre y no fue hasta entonces que dejó de asistir a su panadería. Al conocer su diagnóstico, mantenía la esperanza de recuperarse rápidamente para volver a trabajar, pero debido a su edad y otros problemas de salud, Gianni perdió la lucha contra el coronavirus y falleció el 9 de noviembre. Su partida dejó un gran vacío en su familia y en una comunidad que había aprendido a quererlo.
Actualmente, su hija Samuela se encarga del negocio. Todos en el barrio reconocen y agradecen lo que Gianni hizo durante ese año crítico, pues si no hubiera sido por su bondad, muchos habrían pasado días sin comida. Gracias, Gianni, por pensar en los necesitados en momentos tan difíciles.