Uno de los sectores laborales que durante el 2020 ha demostrado no solo su pasión por la vocación, sino también un profundo compromiso con cada uno de los ciudadanos, es el de los médicos, enfermeras y demás personal hospitalario. A pesar del riesgo al que se enfrentan al salir cada día durante la crisis sanitaria provocada por el Covid-19, continúan laborando y brindando ayuda a quienes más lo necesitan.
Aunque hay momentos que parecen no tener fin, los médicos del Lake Charles Memorial Hospital, en Louisiana, Estados Unidos, se encontraron con la obligación de permanecer en la clínica durante el paso del huracán “Laura”, uno de los más poderosos de este año.
Días de gran dificultad
Los médicos del Lake Charles Memorial Hospital comprendieron que debían seguir atendiendo a los pacientes. Aunque muchos pudieron ser trasladados a otras clínicas, lamentablemente los bebés en cuidados neonatales no pudieron ser movidos, debido a los riesgos que debían evitar.
La ciudad de Lake Charles estaba bajo fuerte amenaza del huracán “Laura”, que se dirigía hacia allí y que lamentablemente sufrió lo peor de la tormenta, con ráfagas de viento que superaron los 200 kilómetros por hora. Sin embargo, a pesar de las predicciones, la situación no fue tan catastrófica como se temía.
Un ejemplo de valentía
Antes de que las condiciones climáticas empeoraran, durante el día, se logró trasladar a 19 recién nacidos del Lake Charles Memorial Hospital For Women a la clínica principal en menos de dos horas, ya que se preveía que el hospital materno podría inundarse.
Se pidió a los padres que se retiraran y confiaran en el personal médico para el cuidado de los bebés, ya que la reducción del número de personas en el lugar aumentaría la seguridad y facilitaría la gestión de la situación. Aunque se instó a gran parte del personal a irse a casa, algunos optaron por quedarse, así que finalmente quedaron a cargo de los pequeños 14 enfermeras, dos enfermeras neonatales y tres terapeutas respiratorios.
Lograron lo casi imposible
A pesar del gran impacto que “Laura” tuvo en las instalaciones del hospital y la falla del servicio de agua potable durante la noche, los médicos y enfermeras lograron mantener a salvo a los pequeños, turnándose para descansar un poco y continuar con sus guardias a lo largo de la noche.
Tras el paso del huracán, Alesha Alford, vicepresidenta y administradora del Lake Charles Memorial Hospital, destacó que su personal había realizado una labor excepcional a pesar de las adversidades, y los padres de los pequeños expresaron su profundo agradecimiento.
Es fundamental reconocer la dedicación de todas las enfermeras y terapeutas respiratorios que continuaron cuidando a los bebés, incluso sin conocer el estado de sus hogares. En una pequeña comunidad como esta, es vital trabajar en unidad. Estoy orgulloso de ellos.
—Juan Bossano, médico del Lake Charles Memorial Hospital