Sin duda, los lomitos son los mejores compañeros de los humanos, y esto se evidenció en la dulce, pero valiente historia de Ivy, una perrita mestiza que recorrió más de 160 kilómetros tratando de regresar a casa.
Ivy estuvo vagando durante cuatro semanas, durante las cuales no tuvo ni comida ni refugio, soportando los intensos fríos que azotaron a Estados Unidos, lo que le hizo perder seis kilos. Afortunadamente, su historia tuvo un final feliz.
Un largo camino por recorrer
Después de que sus dueños dejaran la puerta abierta por accidente, Ivy aprovechó para salir a pasear, pero se desorientó y se perdió. Sus dueños nunca se rindieron y comenzaron a buscarla con la ayuda de varias organizaciones animalistas, aunque nadie pudo localizarla.
Ivy, por su parte, caminó 160 kilómetros durante casi 30 días hasta que fue encontrada por los voluntarios de Nebraska Humane Society, quienes le proporcionaron un refugio temporal y compartieron fotos de ella en redes sociales, con la esperanza de que alguien la reconociera. Minutos después, sus dueños ya estaban en contacto, pidiendo su regreso a casa.
¡De vuelta en casa!
Para mí, Ivy es una gran amante de los abrazos. Le encanta acurrucarse, es muy dulce y juguetona. Pero si se encuentra con desconocidos, se pone alerta automáticamente, ladra y se le erizan los pelos de la espalda. Agradezco a todos quienes ayudaron a encontrarla, estuve realmente preocupada todo el tiempo. Honestamente, se me rompió el corazón.
-Hope, dueña de Ivy.
Antes de regresar a casa, Ivy fue revisada por veterinarios, quienes atendieron algunas de sus heridas y le recomendaron una dieta alta en proteínas debido a su pérdida de peso. Ahora se encuentra a salvo en los brazos de su familia y nos muestra que todos los lomitos son valientes, resilientes y tienen un corazón fiel.
