Los perros son compañeros inigualables en nuestra vida. Nos aceptan sin importar nuestras riquezas, no nos juzgan, nos brindan amor infinito y siempre están dispuestos a estar a nuestro lado. Un gran ejemplo de esto es Brittany Hawley, de 28 años, quien, tras quedar postrada en una silla de ruedas, recibió la lealtad de un golden retriever llamado Griffin.
Griffin acompañó a Brittany en cada uno de sus días de clases, incluso desvelándose a su lado mientras ella terminaba de estudiar y realizar sus tareas. Después de años de esfuerzo, ambos subieron al estrado para recibir su título, con Griffin llevándose la mayor parte de los aplausos y el reconocimiento.
Juntos en las buenas, malas y en el pódium
Brittany utiliza una silla de ruedas debido a un dolor crónico que le impide moverse con normalidad. Su fiel mascota la asiste en sus desplazamientos, abriendo puertas, encendiendo luces con sus patas y llevando objetos que ella indica con un láser.
Su labor puede parecer sencilla y poco útil, pero en realidad resulta fundamental, ayudando a Brittany a alcanzar sus objetivos de manera más ágil y sencilla, además de ofrecerle compañía constante.
Honor a quien honor merece
Brittany obtuvo un permiso especial para que Griffin la acompañara en sus clases en la Universidad de Clarkson, en Estados Unidos. Su perro siempre actuó como un estudiante más, guardando silencio y prestando atención a los docentes, ganándose así el cariño de compañeros y profesores.
Cuando llegó el día de la graduación y tanto Brittany como Griffin subieron al estrado para recibir el título que tanto esfuerzo les había costado, se sorprendieron al escuchar que a Griffin se le otorgó una mención especial por su dedicación y esfuerzo.