Las mascotas se convierten en nuestros grandes amigos y se vuelven un miembro esencial de la familia. Crecemos a su lado y cuando nos dejan, su ausencia deja un profundo vacío en nuestros corazones.
Libra llegó a la vida de los Kramer hace 15 años cuando apenas era una cachorrita. Estableció un vínculo especial con todos, pero April se convirtió en su persona favorita.
Así fue como llegó a casa
Tenía solo unos meses de vida.
Todos la adoraban
Libra brindó a la familia momentos de alegría y ternura. Además, formó una entrañable amistad con Maxwell, el gato de la casa.
Era una perrita muy cariñosa
April y Libra crecieron juntas, creando los mejores recuerdos. Lamentablemente, la salud de Libra comenzó a decaer a medida que envejecía. Sufría convulsiones severas y problemas con su vejiga, lo que le causaba un gran sufrimiento. El diagnóstico reveló que tenía tumores pulmonares cancerosos, y al no haber mejoría y experimentar más dolor cada día, la familia tomó la difícil decisión de dormirla.
Un último regalo
Antes de que Libra se despidiera, April quiso mostrarle su agradecimiento por todo el amor recibido. Por ello, la llevó a un paseo por carretera para que pudiera disfrutar de lo que más le gustaba: sentir el viento por la ventana.
Disfrutó al máximo
Disfrutó de media hora de paz y serenidad, sintiendo la brisa fresca en su rostro. La fotografía que capturó esos momentos conmueve a cualquiera. Ahora se encuentra en un lugar mejor, libre de sufrimiento y dolor.