La vida tiene una forma peculiar de alterar todos nuestros planes. Aunque podamos trazar nuestros deseos con precisión, si las circunstancias no lo permiten, no se llevarán a cabo.
Una pareja británica se comprometió en 2010, pero aplazaron su boda en múltiples ocasiones debido a diversas situaciones: enfermedades, trabajo, hijos, etc. Recientemente, finalmente lograron casarse, solo tres días antes de que ella falleciera.
La historia de Ben y Jen Cooper
Jen Cooper era madre de cinco hijos. Estuvo comprometida con Ben Cooper por más de una década, y una de las razones por las que no se habían podido casar fue el diagnóstico de cáncer de mama que recibió. Tras una intensa lucha, logró estar cinco años libre de la enfermedad, pero el año pasado, esta regresó.
A finales de noviembre, finalmente se dieron el “sí, acepto” en una ceremonia muy íntima, a la que asistieron solo la pareja, la madre de Jen y dos testigos. El plan original era casarse el 27 de noviembre, pero la salud de Jen comenzó a deteriorarse rápidamente, por lo que decidieron adelantar la fecha y, debido a la urgencia, no pudieron notificar a nadie más. Sin embargo, en compañía del otro, no necesitaron nada más.
Tocamos una canción de Bon Jovi para Jen, le pusieron su vestido y compartieron un poco de champán. Fue perfecto. Las enfermeras colgaron el vestido de Jen en su habitación para que pudiera verlo mientras estaba en la cama.
Ben nunca la dejó sola
Desafortunadamente, Jen falleció tres días después de su boda. Sus últimos momentos los vivió en compañía de su esposo, quien nunca la dejó sola. Cuando Ben se dio cuenta de que Jen ya no estaba con él, se despidió de ella por última vez.
Sus últimos momentos fueron conmigo sosteniendo su mano. Le dije que la amaba y que los niños la amaban. Luego le di un último beso y le dije ‘Buenas noches’, y me fui a casa con los niños.
Vivir cada día al máximo
A pesar de que las circunstancias no fueron las adecuadas y que Jen y Ben merecían mucho más tiempo juntos, lograron cumplir un sueño que habían pospuesto durante años, y Jen no se fue de este mundo sin casarse con el amor de su vida.
Me rompe el corazón pensar que mi matrimonio será contado en días y no en años. No pospongan las cosas; díganle a las personas importantes en sus vidas cuánto las aman.
