¿Es el amor verdadero eterno? Al parecer no, ya que una pareja en Ucrania intentó demostrar que estaban listos para convivir las 24 horas, los siete días de la semana, pero su experimento fracasó rotundamente.
Alexander Kudlay, de 33 años, y Viktoria Pustovitova, de 29, se esposaron tres meses antes de su matrimonio porque querían estar juntos continuamente. Sin embargo, tras este período de prueba, sucedió algo sorprendente: su amor se quebró y nada salió como esperaban.
Buscaban estar juntos para siempre… pero el siempre no funcionó
Alexander y Viktoria deseaban fortalecer su relación, ya que estaban enfrentando una crisis en su noviazgo. Sentían desconfianza, su comunicación no era efectiva y no tenían la misma conexión de los primeros meses; ni siquiera se sentían cómodos juntos. A pesar de esto, decidieron salvar su relación y el 14 de febrero optaron por «unirse», aunque no legalmente.
En el día de San Valentín, se esposaron de las muñecas para estar juntos 24 horas al día, siete días a la semana. Este sería el último intento que definiría su relación. Pasarían tres meses unidos hasta su boda, la cual ya habían planeado a pesar de las dificultades.
El resultado de su experimento no fue favorable
En lugar de reavivar la llama del amor, la relación se apagó. Después de convivir durante tres meses, la pareja decidió optar por la soltería, liberándose de las cadenas y tomando caminos distintos. Ambos coincidieron en que la falta de privacidad fue el principal problema.
Obviamente, la boda fue cancelada y tuvieron que devolver los regalos que algunos invitados ya habían enviado. Literalmente rompieron la cadena que los unía, ya que no había nada que los conectara, ni emocional ni económicamente.
Viktoria quería subastar la cadena que un día los unió
Su inusual experimento se volvió viral en Internet, y Viktoria desea subastar la cadena para donar el dinero a una organización benéfica. Ella solo quiere aprovechar su nueva fama para ayudar a otros.
Así fue como vivieron su liberación
A pesar de llevar su idea al extremo, esta pareja se dio cuenta de que si no están destinados el uno para el otro, es mejor no contraer matrimonio. Al menos su experimento se convirtió en un buen ejemplo para aquellos que planean dar el siguiente paso.