Jim Glaub y Dylan Parker nunca imaginaron que se convertirían en auténticos Santa Claus. Desde que se mudaron a un departamento en el barrio de Chelsea en Nueva York, han recibido cientos de cartas dirigidas al señor Claus.
La cantidad de correspondencia ha sido tan abrumadora que decidieron iniciar un hermoso proyecto.
No imaginaron lo que les esperaba
Cuando nos mudamos a este apartamento, quienes vivieron allí antes nos advirtieron: ‘Podrías recibir algunas cartas de Santa’. En ese momento, no le dimos importancia, pero con el tiempo, en 2010, acumulamos más de 300 o 400 cartas en nuestro buzón. Eran una avalancha diaria. Recibíamos lotes de 20, 30, 40 cartas. Fue algo realmente extraordinario.
Jim Glaub
Una tarea monumental
La pareja se sintió desbordada ante tantas cartas. Inicialmente pensaron en donarlas a una organización, pero al abrir algunas y leer las peticiones, se dieron cuenta de que querían involucrarse y cumplir los deseos de esos niños. La mayoría no pedía juguetes, sino comida, abrigos o ropa para ellos o sus hermanitos.
A medida que conversábamos con nuestros amigos, más personas se ofrecieron a tomar una carta y cumplirla. La respuesta fue tan positiva que decidimos intentar satisfacer esas peticiones el primer año con la ayuda de nuestros amigos.
-Dylan Parker
Descubrieron una forma de ayudar a más niños
Desde entonces, nació una hermosa misión navideña, formando una alianza con la organización BeAnElf.org para crear su página Miracle on 22nd Street y ayudar a tantos niños como sea posible. ¡Llevan 10 años en esta labor!
Jim y Dylan aún no saben por qué llegan las cartas a su hogar. Inicialmente pensaron que provenían de un distrito escolar. Otros han especulado que podría estar relacionado con Clement C. Moore, el autor de ‘Twas the Night Before Christmas’, quien poseía dos manzanas en esa área. Se dice que los niños le escribían a él, pero la verdad es que nadie tiene una respuesta definitiva. Actualmente, a ellos no les importa el motivo.
Estaban destinados a esta labor
Gran parte de lo que sucede en nuestras vidas tiene una razón, pero puede que algunas cosas deban permanecer en el misterio.
Jim Glaub
Quizá ellos simplemente estaban destinados a esta hermosa misión de ayudar y hacer felices a muchos niños necesitados.
