Los padres con niños en casa conocen lo tedioso que puede resultar mantenerlos encerrados, pero la cuarentena no implica que no podamos descubrir alternativas para divertirnos.
Jaime Coronel reside en Puertollano, España, junto a su hija Mara, de tres años, con quien sale diariamente a tirar la basura disfrazados de personajes divertidos.
El inicio de una tradición familiar
Todo empezó el segundo día del confinamiento. Con tanto tiempo libre, Jaime decidió ordenar la casa y se encontró con un viejo disfraz de Olaf, el muñeco de nieve de Frozen. Pensó que sería divertido salir a dejar la basura a las ocho de la noche, horario que los vecinos acordaron para saludarse desde los balcones. ¡Fue un éxito rotundo!
En un principio, él lo hacía solo, ya que los niños no podían salir. Pero, conforme la situación mejoró, el gobierno permitió que los padres sacaran a los más pequeños siempre que se cumplieran las normas de seguridad. Así comenzó esta entrañable tradición entre padre e hija.