Papá siempre será nuestro admirador número uno. Para comprobarlo, solo es necesario conocer la historia de César Gusmão, un vendedor ambulante en la ciudad de Caxias, Brasil, quien todos los días se detiene en el aparador de la misma tienda para admirar la fotografía de su hija, que se ha convertido en modelo.
Este es el primer trabajo profesional que realiza su hija, y él no ha podido ocultar su orgullo al admirarla cada vez que tiene la oportunidad. Su gesto, admiración, respeto y amor se han viralizado en las redes sociales.
Él es su admirador #1
Desde pequeña, Larissa, la hija de César, soñó con ser modelo profesional. A medida que pasaba el tiempo, comenzó a incursionar en la industria, tomando clases después de la escuela y relacionándose con el medio. Su padre la apoyó en todo momento, trabajando turnos dobles para costear las mensualidades y asistiendo a sus presentaciones.
Después de un largo camino, Larissa logró su primer trabajo profesional como el rostro de una reconocida marca de ropa. Sus fotografías fueron exhibidas en la tienda de dicha marca.
Su carrera aún está despegando
Su padre se ha emocionado tanto con su logro que ahora se desvia de su camino al trabajo para ver el aparador de aquella tienda. Se detiene unos minutos y observa cómo se materializa el esfuerzo de su hija. Está tan orgulloso que incluso se toma algunas selfies con su celular.
Los encargados de la tienda notaron su comportamiento y les pareció extraño, así que un día decidieron acercarse a él y preguntarle qué ocurría. Él les explicó todo, y los empleados sonrieron, pidiéndole permiso para compartir su historia en redes sociales.
La publicación de su historia ha sido compartida miles de veces. Larissa dice que también se siente orgullosa de su padre y que seguirá trabajando duro para darle la vida que se merece.
