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Todas deseamos contar con la fuerza de voluntad y la disciplina necesarias para ejercitarnos diariamente y así deshacernos de esos kilitos de más que tanto nos incomodan.
Sin embargo, entre el trabajo, la escuela y otras responsabilidades, a menudo se nos hace complicado convertirlo en un hábito. Por ello, queremos ofrecerte algunos consejos que podrás implementar para mejorar en este aspecto.
1. Define qué significa hacer ejercicio para ti
Parece un poco ambiguo, pero es importante que lo definas claramente: ¿qué significa hacer ejercicio para ti? Puede incluir actividades como caminar, nadar, correr, levantar pesas, asistir a clases de spinning, practicar yoga, entre muchas otras.
2. Selecciona el deporte que deseas practicar
Una vez que hayas definido qué es hacer ejercicio para ti, elige la actividad que deseas realizar. Ten en cuenta que lo que funciona para tu mejor amiga puede no ser lo que a ti te encante.
Es posible que hayas intentado con danza aérea, Pilates o TRX y no te hayan gustado, así que elige una actividad que desees probar y comienza poco a poco.
3. Comienza desde lo básico
Estás comenzando algo nuevo, así que no te frustres si ves a otras chicas levantando el doble o triple de peso que tú. No intentes realizar ejercicios que lleven tus músculos al límite; eso solo te ocasionará lesiones y puede hacer que abandonas tu propósito de establecer un nuevo hábito.
Lo mejor es empezar desde cero, siempre bajo la supervisión de un profesional, asegurándote de que todas tus actividades se realicen con las medidas de seguridad necesarias para no dañar tu cuerpo.
4. Mantén una alimentación saludable
La única manera en que tu cuerpo puede seguir funcionando de manera óptima para que puedas ejercitarte es si te alimentas saludablemente. No sigas las dietas de tu amiga o tu mamá; lo mejor es que consultes a un especialista que te diga qué tipo de alimentación es la más adecuada para ti.
5. Opta por recompensas saludables
Hacer ejercicio trae consigo múltiples recompensas, tanto físicas como emocionales, ya que es una excelente forma de liberar estrés. Pero más allá de esto, es importante que busques recompensas saludables.
No es lo mismo premiarte con una hamburguesa después de ejercitarte que preparar tu cena saludable favorita; por lo tanto, experimenta con nuevas recetas que te encantarán.
6. Escucha a tu cuerpo
Tu cuerpo es sabio; aunque parezca increíble, él te indica cuándo necesita algo, ya sea durante el ejercicio, en la alimentación o en momentos de descanso. Por eso, es fundamental aprender a escucharlo.
7. Visita a un fisioterapeuta
Es normal que al comenzar a ejercitarse se presenten tensiones en los músculos, pero estas deben aliviarse mediante estiramientos y calentamientos apropiados. Si el malestar persiste, lo mejor es consultar a un especialista para prevenir lesiones musculares.
8. No culpabilices a las festividades
Ninguna festividad, ya sea Navidad, Año Nuevo, tu cumpleaños o cualquier otra, debería ser vista como una excusa para descuidar tu bienestar. Por el contrario, cada una de ellas debería ser considerada como un objetivo a alcanzar en tu progreso con el ejercicio.
Si necesitas más ajustes, ¡háznoslo saber!