Reciclar el plástico es esencial para proteger nuestro planeta Tierra, ya que cuando no se gestionan adecuadamente, provocan obstrucciones en alcantarillas, ensucian las calles y contaminan el mar. Este es un desafío global y Nzambi Matee, una ingeniera de materiales originaria de Kenia, ha desarrollado una solución innovadora para abordar este problema.
Matee fundó Gjenge Makers, una empresa que convierte plásticos en ladrillos para la construcción, completamente sostenibles y duraderos. Estos ladrillos son fabricados en máquinas diseñadas por la ingeniera misma.
Los ladrillos creados por Matee son más fuertes que el concreto común y han captado la atención de todo el mundo, incluso de la ONU.
Estábamos agotados (de que no se tomaran acciones). Los desechos plásticos no son solo un problema keniano, sino una cuestión global, y si no podemos ofrecer soluciones efectivas, resulta complicado pedir a las personas que adopten una cultura de reciclaje.
Matee y su equipo producen entre 500 y 1500 ladrillos al día, cada uno con un costo aproximado de $7.7 dólares. Su proceso de fabricación implica reciclar varios tipos de plástico, como polietileno de baja y alta densidad, así como polipropileno, los cuales se mezclan con arena, se calientan y se comprimen para darles forma.
Matee inició este proyecto en 2017 y hasta ahora ha reciclado más de 20 toneladas de plástico, pero espera reciclar 50 toneladas adicionales para finales de este año. Además, su objetivo es distribuir su producto en toda África para inspirar a más personas a cuidar el medio ambiente.
Cambios como estos son los que realmente marcan la diferencia, recordándonos que todos podemos contribuir a hacer de este mundo un lugar mejor.
