Las abuelas son verdaderos ángeles en la Tierra que nos colman de amor, cariño y comprensión. Aunque pueden resultar encantadoras con sus nietos, no son responsables directas de su cuidado ni educación, algo que a veces les cuesta entender a algunos padres.
No obstante, hay abuelas que recuerdan a los padres de manera firme que el cuidado de los nietos no es su rol ni responsabilidad, como es el caso de Josefa Feitosa, una mujer de 61 años que, al no llegar a un acuerdo con sus hijos, decidió abandonar a su familia y emprender un viaje por el mundo para disfrutar de su tiempo a solas.
Josefa, conocida como “Jô”, es una abuela que no deseaba quedarse en casa cuidando de sus nietos. Trabajó durante años en el sistema penitenciario de Brasil, y al jubilarse, lo último que quería era asumir más responsabilidades. Su único anhelo era disfrutar de un tiempo para ella, descansar y apreciar el fruto de su esfuerzo.
En ese periodo, tenía a sus tres hijos y un nieto, a quien le pedían que cuidara de vez en cuando, pero en determinado momento se negó. Tomó la decisión de dejar atrás su hogar y familia, vendiendo todas sus pertenencias para seguir su sueño: recorrer el mundo.
Josefa comenzó explorando diversas ciudades de Brasil, pero poco a poco se despojó de las fronteras y empezó a viajar a otros países. Aunque esto le brindaba felicidad, su familia no estaba del todo de acuerdo, ya que creían que ellos debían tener la oportunidad de explorar el mundo. Con el tiempo, comprendieron que era momento de que su madre disfrutara cada instante de su vida.
Pero esto no se detiene aquí. Josefa creó su propia cuenta en Instagram, donde comparte sus aventuras, conocimientos y fotografías. Su historia nos motiva a perseguir nuestros sueños y nos recuerda que nadie está obligado a cuidar de otros, pero quienes lo hacen no solo aportan tiempo, sino también una parte de sus sueños, corazón y alma.
