Milagro en la celda 7 se ha convertido en la película más popular de Netflix; su historia toca las fibras más sensibles del corazón, provocando lágrimas en gran cantidad entre los espectadores.
La película relata la emotiva historia de un padre y su hija, al mismo tiempo que presenta la dura realidad de los prisioneros en cárceles de máxima seguridad, invitándonos a reflexionar sobre el amor hacia nuestros seres más queridos.
La adaptación más hermosa de Netflix
La película es una adaptación de 7번방의 선물 (Milagro en la celda 7), una obra coreana dirigida por Lee Hwan-Kyung y estrenada en 2013. Sin embargo, la versión turca de Netflix, dirigida por Mehmet Ada Oztekin, ha conseguido convertirse en un auténtico fenómeno cinematográfico.
La narrativa gira en torno a Memo, un padre con discapacidad intelectual, quien vive con su hija Ova y su abuela. Su vida da un giro inesperado cuando es acusado falsamente de la muerte de la hija de un alto militar, resultando en su condena a la pena de muerte.
Ova se esfuerza por localizar al único testigo del incidente en un intento por salvar a su padre, pero el camino no será fácil, ya que Memo enfrenta el dolor, la soledad y la injusticia de un sistema penal que, aunque ficticio, refleja la realidad de muchas familias.
Prepara los pañuelos en 3… 2… 1…
Las interpretaciones de Aras Bulut Iynemli (Memo) y Nisa Sofiya Aksongur (Ova) generan una conexión emocional profunda en los espectadores.
Ova es una niña decidida, dulce y capaz de realizar profundas reflexiones. Es consciente de que su padre es distinto a los demás papás y que, por ello, es incapaz de hacer daño. En contraste, Memo observa la vida con inocencia y con un amor paternal ilimitado.
Sin lugar a dudas, el filme es una montaña rusa de emociones que nos lleva a experimentar la felicidad y la inocencia, pasando por la injusticia y el sufrimiento, para concluir en un profundo amor.