Meghan Markle y el príncipe Harry sorprendieron al hacer público su desvinculación de la Familia Real británica. La noticia fue anunciada mediante un comunicado oficial en su cuenta de Instagram.
Esto ha desencadenado una avalancha de críticas negativas hacia Meghan, quien es acusada de ser la responsable de la separación; además, la Reina Isabel II no recibió previo aviso, lo que podría acarrear graves repercusiones.
Renunciaron a la realeza
Después de meses de reflexión y discusiones internas, hemos decidido hacer una transición este año para comenzar a construir un nuevo papel progresivo dentro de la institución.
Nuestra intención es dar un paso atrás como miembros «mayores» de la Familia Real y trabajar hacia nuestra independencia financiera, sin dejar de apoyar plenamente a Su Majestad, la Reina.
La pareja también anunció que se centrará en crear su propia organización benéfica y dividirá su tiempo entre Norteamérica y el Reino Unido para educar a su hijo, Archie, en una cultura que le permita “apreciar la tradición real en la que nació”.
No obstante, sus planes podrían no materializarse, ya que al renunciar a la Realeza, sus títulos como Duques de Sussex serán revocados y no podrán apoyar causas sociales junto a las fundaciones de la Familia Real; además, su hijo y futuros hermanos no tendrán acceso a ningún protocolo de la realeza y quedarán excluidos de la línea sucesoria al trono.
La Reina no fue tenida en cuenta
En Inglaterra, se culpa a Meghan por la decisión de Harry, aunque él ya había manifestado en 2017, durante una entrevista con Mail On Sunday, que consideró renunciar a su título para llevar una vida más normal; sin embargo, se detuvo por lealtad a su abuela, la Reina Isabel II.
Adicionalmente, la Reina no fue informada previamente sobre la abdicación de los duques, enterándose por medio de internet y respondiendo de la siguiente manera:
Las conversaciones con el Duque y la Duquesa de Sussex están en una fase inicial. Comprendemos su deseo de adoptar un enfoque diferente, pero estos son asuntos complicados que requerirán tiempo.
El amor es más poderoso que cualquier corona
A pesar del escándalo, esta no es la primera vez que un miembro de la realeza se separa de su entorno. En 1936, el Rey Eduardo VII abdicó en favor de su hermano menor, Alberto, conocido como Jorge VI, porque prefirió renunciar a la corona que a su amor por la actriz Wallis Simpson, demostrando que ni el dinero ni el poder son tan valiosos como la paz y el amor verdadero.