Recientemente, Meghan Markle y el príncipe Harry anunciaron que esperan su segundo hijo, y solo unos días después, la reina Isabel II comunicó la separación definitiva del matrimonio en la familia real.
Se comenta que esta decisión de la reina fue motivada por el anuncio de que el matrimonio planeaba una entrevista con Oprah Winfrey, donde hablarían de manera abierta y sincera sobre lo que ocurre en la familia real, una acción que no fue bien vista por el príncipe William. Sin embargo, el conflicto no terminó ahí, ya que los exmiembros de la realeza se enfrentaron a un nuevo obstáculo.
A pesar de que los duques de Sussex eran conscientes de que los días previos a la entrevista serían complicados, no esperaban que el Sunday Times publicara un artículo donde difamaban a Meghan, acusándola de maltratar al personal del Palacio de Kensington. Según este artículo, la actriz intimidaba a sus empleados, y el periódico citó fuentes anónimas y correos electrónicos de funcionarios del Palacio como «prueba».
Frente a esta situación, Meghan decidió no permanecer en silencio. Por un lado, su representante emitió un comunicado en el que decía:
La duquesa está consternada por este último ataque, especialmente como alguien que ha sufrido acoso escolar y está profundamente comprometida a apoyar a quienes han experimentado dolor y trauma.
Además, los abogados de Meghan y Harry criticaron al diario dominical, acusándolo de promover una noticia falsa basada en información proporcionada por ciertas personas del Palacio de Buckingham.
Aunque se llevará a cabo una investigación al respecto, se cree que esta noticia busca disminuir la audiencia de la entrevista que los duques brindarán a Winfrey el 7 de marzo. Según los avances de CBS, tanto Markle como su esposo no comprenden cómo la realeza espera que permanezcan en silencio tras haber perpetuado falsedades sobre ellos. Además, son conscientes de que dar esta entrevista conlleva el «riesgo de perder cosas», pero aseguran que, de todos modos, «ya se ha perdido mucho».