Todas las mamás son conscientes de que viajar con niños puede ser todo un reto; aunque algunos se duermen al inicio del viaje, otros tienden a ser muy inquietos, lo que hace que controlarlos sea casi imposible. Si hay alguien que entiende esta situación, esa es Becca Kinsey.
Originaria de Dallas, Texas, Becca solo deseaba disfrutar de un viaje tranquilo, pero aprendió que llevar a sus hijos, de dos y cinco años, no es nada sencillo. Afortunadamente, unos desconocidos decidieron ayudarla cuando la vieron visiblemente agobiada.
Becca tuvo que viajar sola con sus dos pequeños y pensó que sería una tarea sencilla, pero se dio cuenta de que era todo lo contrario. Según su relato, todo comenzó en la fila de abordaje:
“Estábamos en la fila de seguridad y yo estaba al borde de las lágrimas porque Wyatt gritaba y James estaba cansado.”
Afortunadamente, una mujer se acercó y, comprendiendo la situación, le ofreció su lugar para que pudiera avanzar más rápido en el trámite.
Becca agradeció el gesto y se adelantó con la esperanza de que, una vez dentro del avión, todo cambiaría, pero se equivocó. Justo antes de abordar, el pequeño Wyatt se durmió, y Becca se sintió agobiada cargando todo el equipaje. Sin embargo, como si fuera un milagro, otra mujer apareció y le ofreció ayudarla a llevar las maletas, permitiéndole así concentrarse en los niños.
Al llegar a su asiento, pensó que las cosas se calmarían. Pero el drama continuó, pues su hijo menor se asustó con el despegue y comenzó a gritar y llorar, mientras ella intentaba calmarlo.
Cuando por fin el bebé se quedó dormido, Becca estaba completamente exhausta. De repente, otro ángel apareció y le dijo: “Parece que necesitas un descanso”, y luego tomó al bebé para cargarlo durante el resto del vuelo.
Becca no podía creer la amabilidad de esta mujer. Además de agradecerle, tomó una foto de ella al otro lado del pasillo sosteniendo a su hijo. Al parecer, aún existen personas generosas dispuestas a ayudar y no a juzgar a una madre que solo necesita un poco de apoyo.