Las relaciones amorosas suelen ser complejas, con disparidades que varían en severidad; no obstante, en ocasiones esos conflictos crecen tanto que se convierten en sentimientos que pueden no solo destruir la relación, sino también dañarte a ti misma.
Esto es especialmente común en relaciones tóxicas, donde los celos, la dependencia, la inseguridad y hasta la violencia son evidentes. Cuando tales relaciones terminan, el dolor y la sensación de vacío pueden ser abrumadores; por lo tanto, es fundamental comenzar a trabajar en ti misma para recuperarte y, cuando menos lo esperes, volver a sonreír y disfrutar plenamente de la vida.
1. Desintoxícate
Este paso puede parecer drástico, pero es esencial, ya que te permitirá avanzar más fácilmente. Es cierto que no será un proceso sencillo ni rápido. Llora cuando lo necesites y expresa tus emociones; también comienza a deshacerte de cartas, recuerdos u objetos que te hagan acordarte de tu expareja. De esta manera, tu entorno se limpiará de esas memorias, aunque recuerda que desintoxicarte no significa olvidar a esa persona.
2. Recuerda que no vale la pena
Después de tomar la decisión de separarte, es fácil pensar que te has equivocado y que deberías volver con esa persona, pero la verdad es que no. Hay razones por las que decidiste alejarte, y por más que busques justificaciones para regresar, recuerda un aspecto fundamental: todo lo malo que viviste en esa relación no merece la pena. Hay muchas personas más que puedes conocer y solo hay una vida, así que no te aferres a alguien que no te hace feliz y no te permite ser tú misma.
3. Trabaja en tu autoestima
La autoestima es uno de los pilares que nos sostienen ante cualquier adversidad, y es probable que después de una relación complicada esté dañada o que no exista. Comienza a recordar diariamente todas tus virtudes. Reconoce que eres única y valiosa. Cuida de ti, tanto por fuera como por dentro.
4. Consíguete
Es normal que durante este proceso te sientas un poco caprichosa o que exijas más atención y detalles de lo habitual, pero es vital que entiendas que ahora eres tú quien debe consentirse y amarse más que nunca. Así que date esos gustos que anhelas, ve esa película, cómprate esa blusa, disfruta de un baño de burbujas o toma esa siesta que solías posponer. Aprovecha tu tiempo para hacer cosas por y para ti, como parte de tu recuperación.
5. Ámate tal como eres
Eres maravillosa, increíble y hermosa, y quienes digan lo contrario no merecen estar en tu vida. Has pasado por situaciones difíciles como para permitir que otros influyan en tu percepción de ti misma. Ahora es el momento de abrazar tanto tus inseguridades como tus virtudes, ya que forman parte de ti. Quererte y reconocer lo valiosa que eres es esencial para tu bienestar.
6. Haz lo que amas
No es un secreto que cuando estamos en relaciones dependientes dejamos de hacer las cosas que amamos, pero cuando una relación termina, una de las primeras cosas que debes retomar son esas actividades que te apasionan y que habías dejado de hacer. Así te mantendrás ocupada y encontrarás felicidad en aquello que siempre te ha gustado.
7. Redescúbrete
Cambiamos constantemente; nadie es la misma persona que era hace un año o incluso hace seis meses. Es esencial que, al terminar una relación, te tomes el tiempo necesario para redescubrirte. Te sorprenderás de cómo han cambiado tus gustos, y será una oportunidad para descubrir pasiones no exploradas que deseas cultivar.
8. Disfruta de tu soledad
Este paso puede considerarse uno de los más difíciles al volver a la soltería. Después de haber compartido tantas experiencias con alguien, puede parecer complicado disfrutar de actividades por tu cuenta. Sin embargo, verás cómo también puedes disfrutar de un café, una película, un restaurante, o simplemente quedarte en casa disfrutando de tu propia compañía. Así aprenderás a quererte aún más y a convivir contigo misma.
9. Sal con tus amigos
Vuelve a integrarte en tu círculo social. Si por tu expareja distanciaste a tus amigos, ahora más que nunca es el momento de tenerlos cerca. Date la oportunidad de disfrutar de su compañía y deja que te apoyen en los momentos difíciles. También puedes estar ahí para ellos; es hora de priorizar tus relaciones de amistad.
10. Pide ayuda si la necesitas
Para muchas personas, solicitar ayuda puede considerarse como un último recurso, pero es altamente recomendable. Si no te sientes en condiciones de enfrentar la ruptura por ti misma, acude a un terapeuta. Permítete ser guiada y descubre un camino alternativo para sanar y volver a disfrutar de lo que te apasiona. Recuerda que solo tienes una vida y lo mejor que podemos hacer es vivirla de la mejor manera.