Kristen Stewart, la protagonista de la muy esperada película Spencer, ha compartido la intensidad de sus nervios antes de iniciar la producción de este filme sobre la princesa Diana y los momentos difíciles que vivió durante sus últimas vacaciones familiares como esposa del príncipe Carlos en la famosa propiedad de Sandringham.
La película, dirigida por Pablo Larraín, quien también estuvo detrás de Jackie con Natalie Portman, explora el tormento psicológico y las contradicciones emocionales de Lady Di mientras luchaba por mantener su relación con la familia real. Además, hace poco, la primera proyección de la cinta recibió excelentes críticas en el festival de Venecia.
A pesar de que Stewart ha estado en la industria de Hollywood desde que era casi una niña, participando en proyectos como La habitación del pánico junto a Jodie Foster en 2002 y La garganta del diablo al siguiente año, su carrera despegó a nivel internacional gracias a la controvertida pero exitosa saga de Twilight junto a Robert Pattinson.
Sin embargo, a pesar de su vasta experiencia en el cine, hace unas semanas, Stewart reveló cómo su ansiedad se reflejó físicamente mientras se preparaba para Spencer, llegando a sentirse tan nerviosa que creyó no estar lista para asumir un papel tan significativo.
Sufrí de trastornos de la articulación temporomandibular hasta el punto en que no podía hablar. No abrí la boca durante dos semanas antes de comenzar las grabaciones. Me sentía tan ansiosa que no creía poder hacerlo.
Larraín me ayudó a relajarme y confiar en el proceso. Intenté estudiar todas las complejidades de la vida de la princesa Diana. Leía y escuchaba todas sus entrevistas, buscando reflejar su vulnerabilidad y, al mismo tiempo, su naturaleza impredecible. Necesitas sentirlo para que realmente sea tuyo. Así que creo que solo necesitaba relajarme.
La responsabilidad de interpretar a una figura tan emotiva y conocida internacionalmente significaba que la actriz debía basar su trabajo en sus propios sentimientos para poder conectarse con la imagen y personalidad de la princesa, quien siempre estuvo rodeada de diversas opiniones sobre su persona.
Sentía que quería protegerla. Debía enfocarme no solamente en la percepción que los demás tenían de ella, sino también en la mía. Eso era tan diferente y específico para mí, porque ella tenía una vulnerabilidad y emoción pura que no podía esconder. No hay forma de lograr una imitación perfecta de eso.
Según expertos y críticos de cine, así como personas cercanas al medio, Spencer podría ser la película que le brinde a Stewart la oportunidad de convertirse en una seria contendiente para el premio a Mejor actriz en los próximos Oscars, una idea que la actriz aún no ha asimilado completamente.
Sería increíble si sucediera. Nunca he tenido algo así. Hacemos películas para abrir una conversación amplia con el mundo, tanto como sociedad como cultura. Es maravilloso ser parte de esto, aunque solo sea por un momento; es divertido.
