¿Las oportunidades son cuestión de suerte o del trabajo arduo? Al menos para Elizabeth Esteban, se trata de un esfuerzo constante. Recientemente, la joven de origen purépecha compartió su emoción en redes sociales al recibir la noticia de su aceptación en la prestigiosa Universidad de Harvard.
Elizabeth se ha convertido en el orgullo de su familia y ahora también de toda la población mexicana, pues no solo fue aceptada en la universidad, sino que además consiguió una beca completa. Debes conocer su historia para entender que los sueños realmente se cumplen.
La familia siempre ha luchado
La joven es hija de migrantes indígenas purépechas que trabajan en el valle de Coachella, California, Estados Unidos, en labores agrícolas. La familia tuvo que trasladarse desde Michoacán, México, en busca de una mejor calidad de vida.
Una vez que llegaron a Estados Unidos, los padres de Elizabeth se dedicaron a trabajar para brindarles a sus hijos todo lo que necesitaban. Actualmente viven en una casa rodante y, aunque enfrentan algunas dificultades económicas, esto no ha impedido que todos asistan a la escuela.
Su reacción ya se hizo viral
Elizabeth siempre soñó con asistir a la universidad, así que envió una solicitud a Harvard con la esperanza de ser aceptada. Cuando finalmente recibió la carta de bienvenida y la notificación de su beca completa, supo que todo su esfuerzo y el de su familia habían valido la pena. Al compartir el video de su reacción en redes, este se volvió inmediatamente viral.
En una entrevista para la NBC, Cecilia Esteban, madre de Elizabeth, expresó su felicidad por el logro de su hija:
Valió la pena porque mi hija logró lo que tanto anhelaba: estudiar, y ahora con más razón. Estoy muy orgullosa de ella.
No creyó que enviar la solicitud fuera una buena idea
Elizabeth también mencionó que estuvo a punto de no enviar la solicitud, ya que no creía que su familia tuviera el dinero suficiente para cubrir los gastos.
Al principio, no iba a aplicar a Harvard porque no sentía que mis logros eran dignos de una universidad tan prestigiosa. Y no conocía a nadie que pudiera ayudarme con el proceso de aplicación. Pero luego reflexioné sobre mí misma y supe que debía seguir luchando; la pandemia solo era otro obstáculo que debía superar.
Por fortuna, tuvo el valor de enviar la solicitud y ahora podrá estudiar Ciencias Políticas, con la esperanza de convertirse en una congresista que luche por los derechos de los migrantes.