Cuando hacer lo que amas también contribuye a ayudar a los demás, se experimenta una satisfacción doble, ya que no solo estás creando algo que te apasiona, sino que además eso resulta ser de gran utilidad para quienes realmente lo necesitan.
Así fue como Colby Samide, tras descubrir su gran pasión por la carpintería, tuvo la oportunidad de brindar apoyo a muchos jóvenes para que puedan disfrutar de una mayor comodidad mientras participan en sus clases en línea.
Un joven talentoso y generoso
Colby está en su primer año de secundaria, vive en Purcellville, Virginia y, desde hace poco más de un año, descubrió que tiene un gran talento para la carpintería. Desde entonces, se ha dedicado a trabajar con madera y a mejorar sus habilidades día a día. Motivado por esta pasión, se le ocurrió una idea brillante, ya que, como sabemos, debido a la pandemia por el Covid-19, muchos estudiantes están tomando clases en línea.
Siempre hay alguien dispuesto a ayudar
Samide se dio cuenta de que necesitaba un escritorio para colocar su computadora y así estar más cómodo mientras estudiaba. De esta forma, se dio cuenta de que había otros jóvenes que también requerían un escritorio para el mismo propósito. La diferencia es que él tenía los recursos suficientes para comprar uno o incluso para fabricarlo, por lo que decidió construir y donar algunos de estos muebles a estudiantes que no contaban con el dinero necesario para adquirir uno.
Fundó su propia asociación
Colby creó una página en Facebook llamada Desks for Distance, donde anunció su proyecto y pronto empezó a recibir sus primeros pedidos. Al principio pensó que no habría muchas personas interesadas, pero poco después se dio cuenta de que estaba a punto de entregar cerca de cien escritorios, todos fabricados por él mismo.
¡Todos se lo agradecen!
Su noble y generosa acción ha sido reconocida no solo por los estudiantes que reciben los muebles, sino también por sus padres, quienes lamentablemente no cuentan con los recursos suficientes para comprar uno para sus hijos. Los noticieros locales también han elogiado su gran gesto, ya que de esta forma, decenas de jóvenes ahora tienen una mayor comodidad mientras estudian desde casa.
Cada vez entrega más escritorios
Colby ha entregado cerca de cien escritorios y aún tiene varios pedidos pendientes; su pasión por la carpintería es inmensa, pero lo que más le llena es la emoción de los estudiantes y sus padres al recibir los escritorios, pues asegura que esta satisfacción es incomparable.