¿Puedes imaginar que algo tan simple como un sorbo de agua o llorar te cause irritación y un dolor intenso? Para esta joven, esa es su realidad desde el primer día. Tessa Hansen-Smith padece de urticaria acuagénica, y sus propias lágrimas y sudor le provocan dolor.
Según relata la joven de 22 años, algo tan sencillo como beber agua le genera pequeños cortes en la boca, lengua y garganta. Lo mismo sucede con sus lágrimas, que dejan marcas rojas en su piel que tardan un tiempo en desaparecer.
Soy muy propensa al agotamiento por calor y debo evitar la actividad física. A veces, tengo que ser transportada por mi campus en la universidad, porque de lo contrario llego a clase con fiebre, migraña y erupciones. Además, sufro de mucha fatiga muscular y náuseas. Esta enfermedad es causada, en su mayoría, por consumir alimentos con alto contenido de agua, como frutas y verduras.
Tessa se dedica a informar y educar a las personas sobre su condición mediante videos y publicaciones en su cuenta de Instagram, donde explica que la urticaria acuagénica provoca que su cuerpo reaccione de forma violenta al entrar en contacto con el agua, como si se tratara de un ácido.
Su diagnóstico llegó a los ocho años y desde entonces, su estilo de vida ha cambiado radicalmente. Sin embargo, Tessa se niega a dejar que la enfermedad controle su vida y, a través de su cuenta, comparte su rutina diaria para inspirar a aquellos que podrían estar pasando por algo similar.
Siempre he deseado ser independiente y dejar mi ciudad natal para ir a la universidad. Hago todo lo posible para avanzar poco a poco. La realidad es que algunos días son mejores que otros.
