Bruna Felix, de 18 años, nunca imaginó que se convertiría en madre a una edad tan temprana, pero al conocer a Ester, una pequeña con parálisis cerebral y ataques de epilepsia, supo que debía estar a su lado.
Ester tenía un año cuando Bruna la encontró. Era vecina de su madre, y en varias ocasiones, la joven fue testigo de los maltratos que sufría por parte de su propia familia.
Era necesario protegerla
La joven no podía permitir que la bebé viviera en esas condiciones, así que decidió denunciar a la madre. “Llevé a Ester a mi hogar, la cuidé y al final del día, tuve que regresar a casa de mi madre con el corazón roto”.
Momentos muy difíciles
En una ocasión, Ester comenzó a convulsionar y tuvo que ser hospitalizada. Su madre la maltrató frente al personal médico y, como consecuencia, perdió la custodia de la niña. Nadie de la familia quería hacerse cargo de Ester, y la pequeña iba a ser enviada a un albergue.
En ese momento, Bruna aún era menor de edad y no podía quedarse con la bebé. Cuatro meses después, Ester fue trasladada a una casa hogar, donde solo permaneció dos días, ya que tuvo que ser llevada de nuevo a emergencias por su delicado estado de salud. Los médicos la catalogaron como “un enfermo terminal”, lo que complicó aún más su situación.
Un milagroso cambio de situación
Cuando Bruna cumplió 18 años, con el apoyo de su esposo Geovane Santos y su suegra, luchó por la custodia de Ester, ¡y todo salió bien! A pesar de todos los momentos difíciles que enfrentaron, ahora Ester tiene un hogar lleno de amor y una madre dispuesta a luchar por ella siempre.