Los pequeños empresarios son quienes sienten con mayor intensidad la crisis provocada por el coronavirus; la mayoría ha tenido que cerrar sus puertas debido a la falta de personas en las calles. Sin embargo, hay algunos que están donando sus productos a quienes más los necesitan, y lo que no es comestible se destina para adornar las calles, al menos por unos días, tal como lo hizo este joven.
Romain Banliat es un apicultor joven del pueblo de Plerguer, en Francia, que se vio obligado a cerrar su tienda de flores debido a la pandemia. Sin saber qué hacer con tantas flores, decidió llevarlas a un cementerio para adornar las tumbas.
Las flores no deben ir a la basura
Banliat no pudo tirarlas a la basura y tampoco podía regalarlas debido a la cantidad, así que prefirió llevarlas al cementerio local para adornar las tumbas más descuidadas. Estaba consciente de que las personas no podrían visitar a sus seres queridos durante la cuarentena y quería que todo luciera hermoso para ellos.
Su gesto fue aclamado por muchos
Romain compartió imágenes en su muro de Facebook sin imaginar que llegarían a cientos de personas, quienes aplaudieron su noble gesto.
“Mis invernaderos están llenos. Jacintos, narcisos, prímulas, flores que estaban por florecer. Fue doloroso para mí tirarlas, tenía entre 400 y 500 plantas con flores, así que las coloqué cuidadosamente sobre las tumbas. Me llenó de alegría, especialmente porque mis abuelos están enterrados en este cementerio”, comentó.
Con la esperanza de que todo pase pronto
En su tienda empleaba a 12 personas, a las que tuvo que despedir al cerrar sus dos sucursales. Romain es consciente de que el futuro de su negocio es incierto, pero los mensajes de apoyo que ha recibido han sido tantos que le han dado la fuerza necesaria para afrontar la situación. Ahora solo espera que todo pase pronto para poder recontratar a sus empleados y volver a llenar sus tiendas con hermosas flores.