En América Latina, es habitual encontrar a personas emprendedoras dentro de las aulas o incluso en las oficinas, quienes, con el fin de obtener un ingreso extra, venden dulces y golosinas, ahorrando a sus compañeros el viaje a la tienda.
En ciertos casos, estos emprendedores piden permiso a la autoridad correspondiente para llevar a cabo sus ventas, y aunque no siempre está permitido, existe la posibilidad de hacerlo de manera clandestina.
A pesar de que, en la mayoría de los casos, cuando estas «tienditas» son descubiertas, el negocio finaliza, esta vez fue diferente. La empleada fue sorprendida por su jefe, quien no solo decidió apoyarla, sino que también compartió su historia en redes sociales, volviéndose viral.
Eddie Velasco es un empresario de San Luis Potosí, México, quien a través de una publicación en Twitter, expresó con orgullo que sorprendió a una de sus empleadas con una «tiendita clandestina» en la oficina.
Lejos de molestarse por lo que descubrió, el hombre fingió no saber nada y se mostró orgulloso del emprendimiento de la mujer, ya que gracias a su pequeño negocio, ella logra generar un ingreso adicional.
Hasta el momento, no ha tomado ninguna medida contra la empleada y manifestó que no tiene intención de hacerlo; por el contrario, opina que la «tiendita» evita que sus empleados le soliciten tiempo para salir a la tienda durante el horario laboral.
Además, Eddie se considera un cliente habitual de la «tiendita clandestina», aunque a veces decide no mirar y evitar la tentación para no incrementar su peso.
Tanto los empleados como el jefe están contentos con el servicio que ofrece la tienda secreta, y Eddie asegura que lo único que falta es que vendan cigarros sueltos.
La publicación del jefe no se detuvo ahí; en los comentarios del hilo en Twitter, compartió una fotografía de una bolsa llena de dulces que la empleada le obsequió como agradecimiento por permitirle emprender su negocio en la oficina.
La admirable acción de este jefe no pasó desapercibida por los usuarios, quienes, a través de sus comentarios, felicitaron a Eddie por ser un jefe comprensivo, empático y solidario con sus empleados.
Eddie aseguró que es el propietario de la empresa, por lo que la tiendita de la empleada está a salvo de ser cerrada. Además, comentó que, durante las reuniones en la oficina, es la emprendedora de dulces quien se encarga de organizar la taquiza.
Ojalá que otros jefes sigan el ejemplo de empatía de Eddie hacia sus trabajadores y, en lugar de juzgar, se atrevan a apoyar, porque siempre antoja un dulcecito en la oficina.
