Han transcurrido casi dos meses desde que el futbolista Amir Nasr-Azadani fue detenido y supuestamente sentenciado a muerte por su participación en las manifestaciones en apoyo a los derechos de las mujeres y en contra del gobierno talibán. Después de múltiples llamados, peticiones de personalidades y la intervención de organizaciones que abogan por los derechos humanos, el deportista finalmente ha sido eximido de la pena capital.
No obstante, el futbolista ha recibido una pena de 26 años de prisión; 16 años por el delito de moharebeh o “enemistad contra Dios”, así como dos sentencias de cinco años cada una por ser “miembro de un grupo ilegal con el propósito de perturbar la seguridad del país” y por “reunión y colusión que llevaron a delitos contra la seguridad”. Adicionalmente, deberá cumplir con trabajo forzado durante su estancia en el centro penitenciario.
Según la agencia iraní Mizan, un Tribunal Revolucionario de Isfahán fue el encargado de dictar la condena de 26 años de prisión al futbolista por su complicidad en la muerte de tres miembros del Basich (una fuerza paramilitar dependiente de la Guardia Revolucionaria de Irán) durante las manifestaciones en favor de los derechos de las mujeres y en contra del gobierno talibán que tuvieron lugar en noviembre de 2022. La agencia precisó que Amir cumplirá sus penas de prisión de manera concurrente, basado en la Ley de Consolidación de Castigos, lo cual significa que pasaría 16 años tras las rejas y no 26.
Es importante señalar que el Tribunal Revolucionario de Isfahán ha sido criticado por organizaciones como Amnistía Internacional por llevar a cabo confesiones bajo tortura, acelerar los procesos judiciales y negar a los detenidos un juicio justo en el que puedan presentar evidencias de su inocencia.
Amir se unió a las protestas contra el régimen iraní tras la ejecución de Mahsa Amini, una joven de 22 años que fue agredida y torturada por agentes de la Policía Moral, quienes la acusaron de no utilizar correctamente el hiyab. Después de dos días en coma, la joven falleció en un hospital. Su caso provocó un descontento masivo y miles de personas salieron a las calles para manifestarse contra el régimen.
El deportista también es reconocido por su carrera en el fútbol, habiendo formado parte de equipos como el Sepahan Sport Club de Isfahán, el Teherán Rah-Ahan, la Liga Azadegan, el Tractor Sports Club y el Iranjavan Bushehr. A pesar de su talento, sus compañeros poco pudieron hacer a su favor, ya que las normas impuestas por el gobierno iraní son extremadamente severas.
