En México, al igual que en varios países alrededor del mundo, persiste una brecha laboral que limita el desarrollo profesional de las mujeres debido a bajos salarios, escaso reconocimiento y falta de oportunidades. Sin embargo, no todo está perdido, y eso lo evidencia la doctora Raquel Hurtado Ortiz, una orgullosa mexicana que actualmente es la encargada de la Colección Nacional de Cultivos de Microorganismos del Instituto Pasteur en París, Francia.
Su historia inspira a la comunidad de mujeres científicas, quienes han tenido que esforzarse el doble para alcanzar sus metas, sintiendo una profunda satisfacción al ver sus logros. A continuación, compartimos su trayectoria, marcada por más espinas que pétalos de rosa en su camino hacia el éxito.
A pesar de que la doctora Raquel ocupa un prestigioso puesto en la institución más importante de París, la cual ha contribuido al descubrimiento de medicamentos y curas para enfermedades como la difteria, el tétanos, la tuberculosis y la poliomielitis, su camino hacia el ascenso estuvo plagado de dificultades.
En México, la doctora e investigadora no lograba encontrar un puesto que se ajustara a su perfil. Después de una larga búsqueda, aceptó un trabajo como docente que era mal remunerado, ganando menos de cinco dólares al día, sin prestaciones adecuadas ni oportunidades de crecimiento. Lamentablemente, tuvo que aceptar lo que se le ofrecía, menospreciando sus capacidades y esfuerzos.
“Me ofreció en ese momento la hora a 100 pesos. Intenté negociar, pero me dijo: ‘no, la competencia es muy fuerte. Hay muchas personas buscando trabajo y yo sé lo que se paga en las universidades públicas’. Ella tenía poder en ese momento y justificaba sus estándares con un: ‘si no quieres, allá hay otro que va a querer el puesto’ y hasta por menos. Yo era un poco novata, no lo pensé tanto y acepté. En esa escuela, me pagaban en efectivo, no tenía prestaciones, ni seguro, ni IMSS. Nada. Me pagaban en un sobre; las vacaciones no eran pagadas. La lógica era: si no trabajas, no se te tiene que pagar. Si llegabas cinco o diez minutos tarde, descontaban lo correspondiente a los minutos. Me concentré en terminar mi tesis de doctorado.
Raquel es Química Bacterióloga Parasitóloga, egresada del Instituto Politécnico Nacional (IPN). En México, los casi cinco dólares al día que recibía, tras haber completado cinco años de carrera, dos años de Maestría en Ciencias con especialidad en Inmunología de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del IPN y un Doctorado en Ciencias con especialidad en Inmunología, apenas le alcanzaban para una vida digna.
Después de un tiempo de trabajar en condiciones indignas y reflexionar sobre su valor como persona, tomó la decisión de dejar el país y establecerse en Francia. Allí logró conseguir un empleo en el Instituto Pasteur, donde sus superiores notaron su capacidad intelectual y de liderazgo, dándole la oportunidad de dirigir un biobanco. Hoy es una doctora de gran prestigio en Francia, país que le brinda el apoyo, reconocimiento y oportunidades que lamentablemente no halló en su país natal, impulsándola a buscar oportunidades más allá de los límites mentales y fronterizos.
Su historia de lucha y esfuerzo representa a miles de mujeres que se encuentran en una situación similar y quienes no se rendirán hasta alcanzar sus metas.