Las tensiones entre nueras y suegras han sido una constante a lo largo de la historia. Quizás las primeras parejas en la era de las cavernas disfrutaron de una vida en armonía, sin sermones que escuchar, aunque aún nos faltan pruebas concretas para confirmarlo. Lo que sí sabemos es que no todas las bodas son como se sueña, y esta pareja es un claro ejemplo de ello.
Ana Larrabee, de 29 años, había imaginado una boda mágica junto a su novio John, pero la realidad fue muy diferente. Mientras ella pronunciaba sus votos, su suegra irrumpió inesperadamente para recordarle que su hijo no tenía “defectos”, arruinando así el momento tan esperado.
El temor a perder a su «niño»
La suegra de Ana siempre había manifestado su descontento con la relación. Según la hermana de la novia, la mujer se sentía frustrada por “perder a su hijo”. No conforme con dificultarles la vida cada vez que se encontraban, decidió arruinar uno de los instantes más significativos de su relación.
Desde que se enteró de la boda, intentó frustrarla. Sin embargo, llegó el gran día y la suegra se presentó en la ceremonia con shorts, una camiseta y tenis, dejando claro que no tenía intenciones de participar. Pero lo que siguió fue aún más sorprendente cuando Ana y John estaban intercambiando sus votos.
La suegra provoca caos en el altar
Ambos se miraban con amor cuando Ana comenzó a leer sus votos, y de repente, la suegra irrumpió con agresividad, gritando mientras se dirigía hacia el altar. Le afirmó a Ana que su declaración de amor era incorrecta porque su hijo no tenía defectos.
– No vas a decir que mi hijo tiene fallas
– Puedes irte. No vas a arruinar mi boda
A pesar de que le pidieron que se retirara, la mujer se negó, argumentando que tenía derecho a estar allí porque había financiado el vestido de la novia. Muchos invitados intentaron calmarlay sacarla al aire libre, pero sin éxito.
Finalmente, sí se casaron y lograron su “felices por siempre”
El novio se halló entre ambas mujeres, pero optó por ignorar a su madre y enfocarse en las palabras de su nueva esposa. Afortunadamente, lograron casarse y son felices juntos, siempre que la suegra no se presente en su hogar. Además, ya tienen un bebé de ocho meses.
