martes, mayo 20, 2025

Hombre se enfrenta a todo para adoptar a niña desamparada.

Existen personas que poseen un instinto innato para ayudar a los demás, convirtiéndose en ese héroe que a menudo necesitamos, sin esperar nada a cambio. Una de estas personas es Pablo Fracchia, un argentino que, desde los 16 años, ha dedicado su vida a servir a otros, colaborando durante desastres naturales y crisis humanitarias.

Hoy, con 37 años, Pablo decidió pausar ese noble aspecto de su vida para cumplir su sueño de ser padre. Después de atravesar complicado papeleo, procesos gubernamentales y numerosos obstáculos, logró adoptar a la pequeña Mía, una niña que desde su nacimiento ha estado en hospitales.

Siempre soñó con ser papá

la pequeña mia, hija adoptiva de pablo fracchia

Pablo, quien ahora es licenciado en Trabajo Social, sintió vocación por ayudar a otros desde su juventud, cuando se unió como bombero voluntario, ayudando a miles de personas y ofreciendo apoyo psicosocial a familiares de víctimas de accidentes fatales en estado de shock.

A pesar de las circunstancias adversas en las que se encontraba, Pablo siempre anheló convertirse en padre, lo cual no sería una tarea fácil debido a su sexualidad, un elemento relevante dentro de la sociedad. Es gay.

La parte más dolorosa fue que siempre había soñado con ser padre. Cuando imaginaba el futuro, me veía jugando con mis hijos en un parque. Sin embargo, era raro que personas gay fueran padres y uno de los obstáculos para ‘salir del clóset’ fue aceptar que tendría que renunciar a ese sueño. Deseaba ser heterosexual y eso me llenaba de culpa. Una psicóloga me ayudó, diciéndome: ‘¿Cómo no vas a querer ser heterosexual si así no sufrirías discriminación, burlas, problemas para casarte y podrías tener hijos?’

Un largo camino hacia la adopción

la pequeña mia, hija adoptiva de pablo fracchia

En octubre del año pasado, mientras trabajaba, Pablo recibió una llamada que transformaría su vida: una bebé de un año y diez meses había pasado un año en un hospital. La pequeña había sobrevivido a una perforación intestinal al nacer y apenas estaba en su segunda cirugía, ya que nadie en su familia biológica podía cuidarla.

Pablo fue presentado como candidato para adoptar a la bebé, pero además de él, otras cuatro parejas heterosexuales serían entrevistadas. A pesar de ello, Pablo aceptó, se presentó a las entrevistas requeridas y, después de mucha espera y nervios, ¡fue seleccionado!

La conexión entre Pablo y Mía fue inmediata

la pequeña mia, hija adoptiva de pablo fracchia

Nos enamoramos al instante. Cuando la conocí, no caminaba ni hablaba. Me enteré de que estuvo a punto de morir durante una de sus cirugías y que había pasado todo el postoperatorio sola. En ese momento comprendí lo que me dijo la jueza: ‘Te elegimos porque sentimos que Mía necesitaba alguien que la abrazara durante un año entero’. Y eso es lo que he hecho desde entonces, abrazarla. Ahora camina, habla, baila y juega. Ella ha descubierto que puede descansar porque hay alguien que la protege.

Hoy, Pablo y Mía son felices; la pequeña pasa su tiempo pintando, jugando y riendo con su padre, como se puede ver en las diversas fotos que él comparte en su cuenta de Instagram, donde se confirma que ambos tienen lo que todos anhelamos en una familia: amor incondicional.

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