Al igual que los humanos, los perros envejecen, por lo que requieren cuidados especiales, mayor atención y consultas frecuentes con el veterinario. Además, su alimentación necesita ingredientes y nutrientes específicos que ayuden a preservar su salud y su masa muscular.
Estos requisitos suelen ser considerados gastos innecesarios por algunas personas, quienes, sin compasión, abandonan a sus mejores amigos a la intemperie. Para mitigar esta situación y darles una nueva oportunidad, un hombre de Missouri, Estados Unidos, se dedicó a construir un ancianato, es decir, un refugio para perros de edad avanzada.
Rusell Clothier es el hombre detrás del ancianato Shep’s Place, un lugar que ofrece a los perros de avanzada edad una vida digna y llena de cariño. Aquí son bienvenidos todos aquellos canes con algunas canas de más, sin importar si tenían un hogar, fueron encontrados en la calle o no lograron ser adoptados.
Tras rescatar a una perrita callejera, Russell se dio cuenta de que muchos perros abandonados eran mayores. Así decidió contribuir creando un espacio donde pudieran refugiarse y pasar sus últimos días sin preocupaciones.
Shep’s Place cuenta con duchas para mascotas y un amplio patio trasero. Además, recibe el apoyo de veterinarios voluntarios y de la comunidad para cubrir gastos de atención médica y alimentación.
Queremos que se sientan lo más como en casa posible. Deseamos que se sientan en un hogar. La mayoría de estos perros ya habían tenido un hogar. Y buscamos que los voluntarios también se sientan en casa con sus perros.
Aun cuando no recibimos perros directamente del público, cada perro que adoptamos de un refugio o rescate libera un espacio para que otro entre. Estamos tratando de ayudar a toda la comunidad. Todos deberían ser adoptados antes de venir aquí, y si logran hacerlo, es aún mejor. Si el perro no es adoptado, estaremos ahí para ofrecerle un nuevo hogar.
Iniciativas como estas demuestran que aún hay personas de buen corazón y, por supuesto, nos recuerdan que nuestras mascotas no son desechables, sino seres que merecen una vida digna y llena de amor hasta su último suspiro.