Tras 25 años de separación, dos hermanas que fueron distanciadas en su infancia vivieron el emotivo momento de su reencuentro. En un conmovedor video, Brittanny Bingley pudo abrazar a su hermana Amanda Stiles después de reunirse en 2017.
Brittanny, de 31 años y madre de dos niños, pensó que jamás volvería a ver a su hermana menor, luego de que ambas fueran forzadas a separarse en 1993 debido a los problemas familiares y económicos que enfrentaron.
Mientras Amanda fue acogida por unos padres adoptivos que habían cuidado de ambas, Brittanny tuvo que regresar a vivir con su padre, quien no era el mismo que el papá de Amanda. Por esto, ambas habían estado buscando la manera de encontrarse durante años.
A través de Facebook, Amanda logró localizar a su hermana y decidió contactarla. Brittanny, quien trabaja en administración, recuerda cuando era pequeña y su madre la llevó a California, donde conoció al futuro padre de Amanda.
Cuando teníamos poco más de dos y uno años respectivamente, nos separaron de nuestra madre y su padre, y nos pusieron en el sistema de adopción. Mi papá logró obtener mi custodia, mientras que los padres adoptivos decidieron quedarse con Amanda. Fue una adopción cerrada, y por eso, le cambiaron el nombre.
Durante mi infancia, mi papá siempre me mencionó que tenía una hermana, y conservaba algunas fotos de ella y recuerdos vagos de nuestra niñez. Mi papá falleció cuando yo tenía 10, lo que me hizo regresar al sistema de adopción.
Cuando cumplí 17, empecé a pensar más en mi hermana, aunque no sabía cómo encontrarla. A los 23, mi tía me mostró unos documentos que contenían información sobre mí y Amanda, lo que me ayudó en mi búsqueda.
Luego de publicar un video en Facebook contando nuestra historia, Brittanny recibió un mensaje de la exnovia de su papá, quien le proporcionó más detalles sobre su hermana. Con esa nueva información, Brittanny logró encontrar el perfil de Amanda en Facebook.
Le envié mensajes a través de Facebook e Instagram, no podía creer que finalmente la hubiera encontrado. Me dijo que sí tenía una hermana y que se llamaba Brittanny. Comencé a llorar porque, por fin, nos habíamos reunido.
Nuestro encuentro en persona ocurrió un año después de que le enviara el mensaje. A partir de ese momento, hemos estado presentes en la vida de la otra. Casi parece que el tiempo no ha pasado. La conexión entre nosotras fue inmediata. Estoy tan feliz de haberla encontrado.