Francesca Rausi es una niña de solo cuatro años con síndrome de Down que está desafiando todos los estándares en el ámbito del modelaje. Con su carisma, presencia, talento y una belleza adorable, esta modelo infantil de origen maltés ha demostrado al mundo que tiene todo lo necesario para triunfar en las pasarelas.
Su encanto capta todas las miradas en cuanto se presenta en un escenario; es obvio que nació para estar frente a las cámaras.
Es toda una reina
A tan corta edad, Francesca participó en un concurso de modelaje en su país natal y ganó el premio de Top Model Junior (dirigido a niñas entre 3 y 10 años), convirtiéndose en la primera infante con síndrome de Down en recibir ese título en Malta. Después de ese reconocimiento, llegaron muchos otros, como el Miss Junior Christmas y Little Cute Model.
Tiene un gran ejemplo a seguir
Al igual que Madeline Stuart, Francesca aspira a convertirse en supermodelo y parece estar en el camino correcto. Su autoconfianza le ha permitido superar las barreras sociales impuestas a las personas con síndrome de Down, y marcas de renombre como Gucci la están considerando para sus campañas.
Su mensaje de inclusión ha dado la vuelta al mundo
Su madre espera generar conciencia sobre las personas con este trastorno genético, ya que cree que su hija tiene la misma capacidad que cualquier otro niño para alcanzar sus metas. Para ella, ver a su hija irradiar felicidad en la pasarela es algo mágico y también sirve de inspiración para que otros niños con síndrome de Down no se sientan limitados.
Francesca representa la verdadera belleza
Ser rubia, alta y delgada no es el único estándar de belleza, y esta encantadora niña lo ha demostrado. Tiene un largo y exitoso camino por delante.