Los padres que se esfuerzan cada día para garantizar el bienestar de sus hijos merecen todo nuestro respeto. Lin Juncheng es un claro ejemplo de esto. Él trabaja durante el día como albañil y, por la tarde, se convierte en repartidor de comida, pero no como cualquier otro, ya que siempre lleva a su hijo con él.
Lin desempeña dos trabajos porque necesita generar suficiente dinero para cubrir todas las necesidades de su hijo; al no tener con quién dejarlo, prefiere llevarlo consigo, cuidándolo mientras se esfuerza por ofrecerle la infancia que merece.
Padres que hacen todo por sus hijos
Después de su divorcio, Lin obtuvo la custodia de su pequeño, lo que le llevó a conseguir dos trabajos que le permitan generar lo suficiente para que no les falte nada. Durante el día, se dedica a la albañilería, y al finalizar su jornada, toma su motocicleta para realizar entregas de comida o cualquier otra necesidad que surja.
No obstante, se percató de que pasaba muy poco tiempo con su hijo, que apenas tiene tres años. Además, se presentó un inconveniente: no había nadie que pudiera cuidar al niño. Por esta razón, decidió llevarlo con él en todas las entregas.
Su papá trabaja mientras él disfruta de los viajes
Lin adquirió un segundo casco para que ambos pudieran disfrutar de la agotadora pero divertida actividad de realizar entregas a lo largo de la ciudad de Taiwán.
A pesar de que su pequeño se divierte acompañando a su padre en cada entrega, a menudo se queda dormido durante los trayectos nocturnos. Lin lo coloca en la parte delantera de la motocicleta para sostenerlo y protegerlo de cualquier accidente.
Solo quiere ofrecer lo mejor a su hijo
Aunque muchos lo critican por sus decisiones, él afirma que solo está haciendo lo que haría cualquier padre soltero: no desea descuidar a su hijo. Además, se esfuerza al máximo para proporcionarle las condiciones de crianza y vida que necesita. Para él, cualquier sacrificio valdrá la pena si eso conlleva ver a su hijo crecer feliz.