En los últimos años, los ríos y mares han sufrido un gran impacto debido a la contaminación. En Perú, hay más de ocho mil sitios de relaves mineros que contaminan los ríos de agua dulce con desechos de ácido de roca y metales, obligando a las comunidades que dependen de estos recursos a abandonar sus hogares.
Su labor agrícola y su vida diaria se han visto gravemente afectadas por esta situación. Sin embargo, una pequeña comunidad indígena encontró una solución y logró restaurar uno de los ríos de forma natural, con un poco de ayuda científica. A continuación, se detalla cómo lo hicieron.
La minería ha devastado la región durante años
En la alta montaña de Perú, hay al menos siete mil comunidades que comparten su territorio con diferentes mineras industriales. Como consecuencia, surgieron conflictos ambientales en relación a los ríos, ya que algunas comunidades se han visto obligadas a abandonar sus hogares por no poder consumir agua dulce.
Además, los depósitos de desechos mineros han afectado la tierra, ya que el drenaje ácido de las minas filtra metales al agua, lo que repercute negativamente en la agricultura y en la salud de la población.
Una comunidad encontró la forma de resolver el problema
En la Cordillera Blanca, en la región de Áncash, una comunidad logró restaurar un río de forma natural. Miembros de esta comunidad indígena se capacitaron en diversos aspectos clave sobre la calidad del agua, recolectaron información y la discutieron con los demás pobladores. Juntos, encontraron una solución y establecieron un sistema de biorremediación que utiliza técnicas simples para sedimentar el agua y separar metales con la ayuda de humedales artificiales.
¿Qué es la biorremediación?
El sistema cuenta con tres celdas de sedimentación, que son pequeños espacios donde el agua reposa para separar las partículas más grandes, es decir, apartar las rocas con ácido. Luego, el agua fluye hacia humedales artificiales creados con plantas nativas que pueden absorber metales. Además, cultivaron bacterias reductoras de sulfato que les fueron proporcionadas por una universidad local. Con este enfoque, lograron filtrar el agua de la mejor manera posible.
Gracias a estos conocimientos, restauraron su río y redujeron el nivel de metales en el agua. Ahora pueden utilizarla en la agricultura sin que afecte sus cosechas. Esta es la primera vez que una comunidad entera se beneficia de este sistema y, gracias a ello, ya no necesitan abandonar sus hogares.