Si eres una de esas chicas que disfrutan de las manicuras de gel y que se dejan consentir por las expertas mientras solo disfrutan del proceso, tengo algo especial para ti.
No es un secreto que, en ocasiones, tenemos que retirar el gel nosotras mismas y, muchas veces, no lo hacemos correctamente. Por eso, te comparto el proceso que hará que tus uñas naturales te lo agradezcan y, lo mejor de todo, no fallarás en el intento.
Lima la primera capa de esmalte
El primer paso es limar la capa superior del esmalte. Es crucial que lo hagas superficialmente; esto significa que no debes llegar a tu uña, ya que podría lastimarte. Necesitas una lima dura para crear porosidad en el esmalte y permitir que la acetona penetre y ayude a retirar el color.
Aplica protector en las cutículas
Una vez que hayas limado el top coat del esmalte, aplica generosamente vaselina, crema o aceite para cutículas en esa área, para evitar que se reseque con el siguiente paso.
Moja algodón con acetona
Para el siguiente paso, necesitarás acetona pura y bolitas de algodón. Es preferible usar acetona pura y no la convencional, ya que esta última no tiene las mismas propiedades y dificulta el proceso.
Aplica papel aluminio en las uñas
Después de mojar el algodón con acetona, coloca una bolita en cada uña y cubre cada dedo con un trozo de papel aluminio, asegurándote de que la parte brillante esté en contacto con el algodón.
Espera y remueve
Este paso puede tardar un poco, pero es el más importante. Deja que la acetona actúe sobre el gel de tus uñas durante 15 a 20 minutos; luego, retira el gel con un palito de naranja o de madera.
Quita el color restante
Esto es solo si quedan restos de esmalte. Usa una lima más suave y lima con delicadeza hasta eliminar el color. ¡Así tus uñas quedarán limpias!
Nutre tus uñas
Por último, lava tus manos para eliminar cualquier residuo de acetona y humecta tanto la piel como las cutículas. Te recomendamos usar crema y aceite para cutículas.