El avance de la tecnología es cada vez más acelerado, lo que representa un desafío para muchos, especialmente para las personas mayores. Por ello, los jóvenes suelen tener que explicarle a sus abuelos cómo utilizar dispositivos como los teléfonos y las televisores.
No obstante, hay ancianos que aún rechazan el uso de la tecnología o que no tienen acceso a internet, como la abuelita de este hombre, quien carece de celular y conexión. Sin embargo, su nieto encontró la manera de mantener el contacto con ella, creando un dispositivo especial.
Guido, un ingeniero en informática español, compartió en Twitter su asombroso invento diseñado para enviar fotografías a su abuelita sin necesidad de internet.
Como su abuela no tiene un teléfono inteligente ni acceso a la red, buscó una forma de comunicarse con ella a través de imágenes. Así, diseñó un aparato que funciona a base de corriente eléctrica.
Este dispositivo es muy fácil de usar, fabricado con una impresora térmica con rollos de papel que pueden imprimir hasta 150 fotos, una microcomputadora y una tarjeta SIM con un plan económico. Esto permite enviar las fotografías a través de Telegram, que llegan directamente a la impresora, brindando a la abuela imágenes instantáneas.
El resultado tiene un toque ‘vintage’ y un aire a polaroid, superando las expectativas iniciales.
Guido invirtió un poco menos de 200 dólares en este ingenioso invento, pero eso es lo de menos; lo verdaderamente valioso es que ahora puede compartir con su abuela los momentos más significativos de su vida.
El hilo sobre su invento se volvió viral rápidamente, generando muchos comentarios positivos. Algunos incluso mostraron interés en adquirir un dispositivo similar, mientras que otros le aconsejaron proteger su idea legalmente.
Para minimizar el mantenimiento elegí esta impresora térmica https://t.co/MPKRMtiStb, sin tinta. Come rollos de hasta 10 metros de papel (unas 150 fotos por 1 euro) y parecía cómoda la conexión USB aunque al final no la usé. pic.twitter.com/2xbDRTsHjO
— Guido (@palmerabollo) 10 de enero de 2022
Este caso es una demostración de que “querer es poder”, y que cuando hay entusiasmo, no existen excusas más importantes que el deseo de estar cerca de nuestros seres queridos.