Celebrar una fiesta de XV años es el sueño de muchas chicas, quienes dedican días a planear cada detalle de su celebración, deseando verse hermosas y ser el centro de atención. Sin embargo, no todas las fiestas salen como se espera, y eso lo experimentó Jessica, originaria de Tamaulipas, México, quien fue plantada por todos sus invitados en su día especial.
Al encontrarse sola en su cumpleaños, Jessica se sintió devastada y rompió en llanto. En ese momento, Yuli Pinedo, una trabajadora del salón de fiestas, se percató de la situación y preguntó qué estaba ocurriendo. Al conocer la historia, utilizó las redes sociales para hacer un llamado a la comunidad, instándolos a asistir al evento. El resultado fue una ola de generosidad y empatía que está conmocionando a internet.
Con el esfuerzo de sus padres, Jessica había alquilado un gran salón de fiestas. Además, el banquete estaba preparado y sus chambelanes aguardaban el momento de bailar a su lado. Sin embargo, mientras pasaban las horas, los invitados no llegaban.
La quinceañera, al verse sola, comenzó a llorar, y una empleada del lugar, identificada como Yuli Pinedo, se acercó a la madre de Jessica para indagar qué estaba sucediendo.
“Me acerqué a la mamá y le pregunté qué ocurría. La chica estaba triste porque la gente no había venido y le pregunté: ‘¿Qué necesitas para que Jessica esté contenta?’ Ella respondió: ‘Gente’; así que pensé: si quiere gente, ¡pues debemos conseguirle gente!”, relató Yuli.
“Chicos o chicas, es una obra de caridad. Los invitamos a la fiesta de Jessica, que está muy triste. Vengan y diviértanse; su presencia hará feliz a una niña llena de ilusiones.»
La respuesta fue inmediata y en menos de una hora, el salón se llenó de personas generosas, quienes incluso llevaron regalos para la festejada. También llegaron una banda tradicional y comediantes, para darle un toque divertido al evento.
Al final, Jessica tuvo la fiesta con la que siempre soñó. Aunque no conocía a la mayoría de sus invitados, ellos siempre tendrán un lugar en su corazón. Esta historia nos recuerda que los buenos somos más y que internet tiene una magia especial. ¡Felicidades, Jessica!
