Jennifer Lopez es directa y ha exigido a Ben Affleck que firme una cláusula que establece que ambos tendrán intimidad al menos cuatro veces a la semana. Esto no es una sorpresa, ya que fue uno de los puntos del primer acuerdo cuando se comprometieron por primera vez hace casi dos décadas.
De hecho, los acuerdos prenupciales pueden abarcar más que solo determinar quién se queda con qué tras un divorcio, algo bastante común entre las celebridades de Hollywood que desean proteger su patrimonio mediante obligaciones maritales y económicas en caso de una infidelidad. Así, JLo no es la única, y a continuación te contamos qué otras famosas han hecho firmar a sus parejas cláusulas sobre su vida sexual.
1. Madonna
Madonna y Guy Ritchie se casaron en el 2000. Sin embargo, antes de dar el sí, Ritchie firmó un documento que incluía algunas “cláusulas sexuales”, estipulando que, durante la intimidad, el cineasta debía estar atento a la “expresividad” de la “reina del pop” para saber si estaba cumpliendo bien su papel.
Además, Ritchie tenía la obligación de reavivar la chispa de la pasión en caso de que la relación se tornara monótona. Al final, tras diez años de matrimonio y dos hijos, Ritchie se llevó entre 76 y 92 millones de dólares de la fortuna de Madonna, lo que puso en duda la veracidad del acuerdo.
2. Jessica Biel
Según The New York Daily News, Jessica Biel incluyó una cláusula significativa en su acuerdo prenupcial antes de casarse con Justin Timberlake en 2012.
La actriz buscó protegerse ante cualquier posible infidelidad del cantante, de modo que si Timberlake llegara a engañarla, ella recibiría automáticamente 500 mil dólares como compensación.
3. Joanna Krupa
Para Joanna Krupa, su vida sexual es una de sus principales prioridades. Según The Sun, en 2013, la modelo y actriz polaca-estadounidense hizo que su entonces prometido y ahora exesposo, Romain Zago, firmara un acuerdo prenupcial que especificaba que debían tener intimidad un mínimo de tres veces por semana.
En ese momento, el empresario francés afirmaba que el contrato era necesario debido al “gran apetito sexual” de la estrella de The Real Housewives of Miami.