McDonald’s se ha consolidado como una de las cadenas de restaurantes de comida rápida más reconocidas a nivel global, ya que el sabor de sus papas fritas y hamburguesas puede conquistar el paladar de cualquiera, como sucedió con un pequeño.
Enzo, un niño de cuatro años, deseaba disfrutar de una cajita feliz, pero en su ciudad natal no hay sucursales de McDonald’s. Aun así, una cafetería local hizo su sueño realidad.
Una petición peculiar
Cada vez que Enzo ve un comercial de McDonald’s, se le hace agua la boca. Aunque en su ciudad natal no hay una sucursal de este restaurante, él siempre le pide a su mamá una cajita feliz.
El domingo me solicitó comida de McDonald’s en dos ocasiones, y le expliqué que ese día no sería posible. Luego, comenzó a tener fiebre alta; le di medicamento y no mejoraba. Recordé su pedido y decidí hacerlo en los bocadillos de Minas. Les expliqué lo que estaba sucediendo, sin imaginar lo que harían.
Una cajita feliz llena de amor
Enzo se enfermó repentinamente y su madre hizo todo lo posible para que se sintiera mejor. Llamó a una cafetería local y pidió un combo de hamburguesa. Sin darse cuenta, les mencionó que el sueño de su hijo era recibir una cajita feliz, pero quien la atendió decidió no comentar al respecto.
Cuando el pedido llegó a casa de Enzo, no pudo contener la emoción al abrir una cajita feliz, que fue improvisada por los trabajadores de la cafetería local. Al parecer, los empleados se sintieron conmovidos por la solicitud de esa madre, quien solo deseaba ver a su hijo sonreír.
Aunque algunos han minimizado el gesto de la cafetería, otros han llenado de elogios y aplausos a los trabajadores, demostrando que es fundamental tratar a todos con respeto y ofrecer ayuda en la medida de lo posible.